Resumen
Últimamente se pueden escuchar una y otra vez noticias, en las que aunque aparentemente parece que se está pensando en las victimas, la verdad es que no solo no es así, sino que nunca se las tiene en consideración. Esto además de ser preocupante, no deja de ser irónico pues si alguien debe ser atendido y escuchado, son precisamente las víctimas tanto directas como indirectas del delito, con independencia de su edad, sexo, religión u orientación política.
El otro día se podía leer“El Supremo absuelve por mayoría a Garzón por intentar investigar los crímenes del franquismo. Garzón estaba acusado de infringir la ley de amnistía votada por el Parlamento español en 1977”
Por encima de valoraciones sobre la sentencia y sobre la figura de este juez que genera pasiones encontradas,están las victimas.
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Sin embargo, estas víctimas (y con ello me estoy refiriendo a las de uno y otro “bando” porque al hablar de personas que sufren o sufrieron da igual su ideología política) no se han sentido reparadas, al menos muchas de ellas, y la verdad es que se me hace un nudo en la garganta, ver a personas de edad avanzada que todavía buscan saber donde están sus seres queridos. Estas víctimas lo han sido no solo de los verdugos sino del estado y también de las circunstancias del momento, fueron sacrificadas, como suele ocurrir en la transición de la mayoría de los estados desde la dictadura a la democracia, y lo fueron en aras al bien común y un interés superior: la creación de un estado democrático fuerte y sin fisuras.
Está claro que necesitábamos una ley de amnistía que pusiera punto y final a todo lo acaecido con anterioridad para poder empezar de cero. También es innegable lo que dice el Tribunal Supremo, y es que esta ley fue avalada por todas las fuerzas políticas con independencia de su ideología, y se consideró que era necesaria, en aquellos tiempos caóticos de la transición. Y además no nos engañemos, en esos momentos ¿alguien pensó en cómo se podían sentir las victimas? Por supuesto que no y ese es el punto de partida del sufrimiento de muchas personas, obligadas a reprimir durante años su frustración y sus necesidades. Aunque el objetivo de este juez era loable, jurídicamente era imposible por la existencia de esta ley y porque con independencia de temas políticos, victimas son todas las que sufren, por eso su ideología no es relevante a la hora de atender sus necesidades y ofrecerlas la reparación oportuna.
Muchos al leer esto estaréis pensando ¿pero las víctimas del bando ganador ya tuvieron su reparación del daño? ¿Seguro? ¿Alguien podría afirmarlo? Los únicos que podrían asegurar esto, sería los directamente implicados porque para lo que las personas ajenas al daño puede significar una reparación importante, para las victimas la compensación del daño sufrido puede ser algo totalmente diferente. No hay que olvidar que cada víctima es distinta, cada una es una persona con una experiencia sobre la vida diferente y no se debe dar por hecho nada cuando se trata con victimas, y lo que cada una de ellas necesita para superar el delito y de hecho en la mayoría de las ocasiones así es, difiere de lo que los que nunca hemos sido víctimas, pensamos que necesitan.
Otros por el contrario pueden pensar ¿como después de tantos años estas personas reclaman un daño? Aunque prácticamente esta pregunta la contesté al decir que cada víctima es diferente, sin embargo, contaré una experiencia más cercana que ilustra perfectamente la respuesta a esta pregunta. El padre de un amigo de mi padre, fue fusilado durante la guerra, este hombre no necesita recuperar el cuerpo de su padre para sentirse reparado, este señor si ha podido superar el daño sufrido. Sin embargo, muchas otras personas necesitan una tumba donde poder llorar a sus seres queridos y por eso todavía siguen buscándolos.
Yo misma, cuando fui juez autoricé la exhumación de una fosa ¿por qué? Porque creo que la justicia debe ser reparadora o restauradora y debe primar por encima de imperativos políticos y porque jurídicamente hablando, el daño a las víctimas no debe prescribir nunca y debemos intentar que sean reparadas y protegidas, con independencia del tiempo transcurrido.
Puedo entender que el Tribunal Supremo diga “difícilmente puede llegarse a una declaración de verdad judicial de acuerdo a las exigencias formales y garantistas del proceso penal sin imputados pues fallecieron o por unos delitos prescritos o amnistiados”, quizá esto desde un punto de vista jurídico sea verdad, pero la justicia debe evolucionar y ser más humana y cercana y sobre todo debe evitar apropiarse del delito como si fuera ella, la víctima directa. Tal parece que quieren decir que la victima es la propia justicia y como no se puede castigar y sancionar penalmente a los responsables del daño, no se la puede reparar y no hay nada que hacer. Por supuesto que la victima no es la justicia o el estado, son personas, seres humanos y como tal con independencia de si se puede o no castigar al infractor, debemos procurarlas la atención adecuada. ¿Acaso cuando una persona sufre un delito y no se encuentra al delincuente, la abandonamos a su suerte porque no se puede castigar al que la ha dañado?Por supuesto que no, además con mas razón se la debe atender puesto que si no se puede hacer justicia ( que es la primera demanda de las victimas, en el sentido de que haya una persona que se responsabilice del daño) es más necesario que nunca procurar que las victimas sean ayudadas, respetadas y reparadas, atendiendo a lo que ellas demanden o requieran.
Parece que nuestras prioridades están cambiadas, primero castigar al infractor, reivindicar que la norma violada esta en vigor y solo al final,muy al final es cuando nos acordamos de las que sufren el daño. Esto no puede ser así, y aunque las circunstancias políticas y sociales deben prevalecer, nunca jamás debemos olvidarnos de las victimas, porque si nos olvidamos de ellas, acabaran repitiéndose historias como estas.
Otra noticia muy diferente sobre el olvido de las víctimas, la leí ayer: “el Presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, ha asegurado que la mediación penal previa a la vía penal evitaría el 40% de los juicios. Magro aboga por legislar de manera obligatoria este sistema. El titular de la Audiencia dice que la mediación ofrece grandes ventajas para aliviar la litigiosidad de los juzgados de lo penal que no pueden dar abasto”.
Tras el primer impacto, no se me ocurrió otra forma de empezar que dar la razón al que dijo “zapatero a tus zapatos”. Estas declaraciones suceden porque los jueces está para juzgar y ejecutar lo juzgado y no para opinar sobre algo que no conocen en profundidad y que por lo directo del tema y lo que les afecta, no pueden tener neutralidad, pero claro, la palabra mediación parece estar de moda.
La verdad es que para alguien que se dedica a la Justicia Restaurativa y utiliza la mediación penal como herramienta, es tan duro como trágico, escuchar estas noticias.Primero hay que decir que la mediación por naturaleza y por esencia debe ser voluntaria, sino ya no podríamos hablar de mediación, quizá de conciliación u otro método de resolución alternativo, pero no de mediación. Y por supuesto que el hecho de que en otros países (muy pocos) lo hagan mal, no implica que nosotros debamos seguir su ejemplo.
Una vez dejado claro esto, hay que ir un poco más allá y decir que mediación civil, mercantil…..no es igual que la penal, y mucho menos si hablamos de delitos, en la mediación en materia penal tenemos una victima que ha sufrido un daño y a un infractor, además la filosofía y los valores que debemos aplicar son los de la Justicia Restaurativa.
Podría entender que en lo que en España se llama faltas (contravenciones) en las que en la mayoría de las ocasiones, hay problemas de otra índole (por ejemplo de convivencia…) que acaban de forma errónea en la vía penal, pudiera valorarse y digo solo valorarse, esta obligatoriedad de la mediación en materia penal, pero es que este señor se refiere a delitos, porque habla de juzgados de lo penal. Para colmo el titular lo dice todo “mediación penal evitaría el 40% de los juicios”, de ahí que la columna empiece preguntando para cuando nos vamos a preocupar por las victimas.
Todos los que luchamos por una justicia más humana y cercana a las víctimas, sabemos que la Justicia Restaurativa y sus diversas herramientas como la mediación penal tienen como objetivo principal y esencial atender a las victimas, trabajamos por y para ellas, y de paso si conseguimos que algún infractor no vuelva a delinquir, así también protegemos a futuras, potenciales víctimas. Y por supuesto, sabemos que no se agiliza la justicia de forma notoria, puede ayudar pero ni es ni debe ser nuestro objetivo ni mucho menos el del legislador (no niego que la mediación civil o mercantil pueda ser una vía de descongestionar la justicia pero con la penal estamos tratando con personas que han sufrido un daño….)
Gracias a dios, el legislador europeo lo tiene claro, y sabe que el principal fin de la mediación penal y cualquier otra herramienta restaurativa es ayudar a las victimas, por eso la nueva directiva sobre victimas de fecha 18 de mayo de 2011 y en discusión actualmente en el Parlamento Europeo, recoge estas practicas de justicia restaurativa y las asimila a otros servicios de atención a las victimas.
Además ¿yo me pregunto que es mejor que el ciudadano se sienta satisfecho, vea la justicia como más humana y cercana o que un juez o un juzgado disminuya su carga de trabajo?
Necesitamos jueces, fiscales, policías, políticos y en general ciudadanos que crean en estas fórmulas pero lo que no se puede es dar a la opinión publica la imagen, que lo que más importa es disminuir la carga de trabajo porque lo relevante al menos en el área penal, debe ser los que han sufrido un daño.
Pero es que este tema es más peligroso de lo que parece, puesto que si obligamos a una víctima que no quiere, a participar en un proceso restaurativo, lo que hacemos es perjudicarla más , traumatizarla de nuevo y revictimizarla, claro pero eso sí, estaremos intentando disminuir la carga de trabajo de los juzgados penales.
Igual que si una persona desea participar no debemos negárselo por el hecho de que su delito sea demasiado grave o serio, debemos respetar la decisión de una persona que siendo victima de un delito o bien por el motivo que sea no tiene nada que decir al infractor o no quiere tomar parte en proceso de estas características.
Si obligamos a ambas partes (victima e infractor) estaremos causando muchos daños que pueden llegar a ser incluso irreparables, y lo que podía ser bueno, se acabaría convirtiendo en peligroso.
No estaría hablado de esto, si se tuviera claro que la mediación en materia penal en delitos, es un proceso restaurativo diferente a otra clase de mediaciones en otras áreas, y sobre todo que es un proceso complejo que lleva su tiempo y en el que se debe respetar ante todo y sobre todo los deseos de las victimas.
Yo cambiaría el titulo de esta noticia, porque si ofrecemos procesos restaurativos como mediación penal respetando los principios, valores y filosofía de la Justicia Restaurativa, y también creamos una semilla en el ciudadano sobre sus beneficios, no se evitaría un 40% de los juicios, yo diría más bien que un 80% de los casos se solucionarían con un acuerdo satisfactorio.
Hay mucha clase de victimas tantas como personas diferentes en el mundo, pero todas merecen que pensemos primero en ellas y solo después en necesidades como ahorro de tiempo y dinero, porque antes es el ser humano que temas de otra índole.
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.