Resumen
“Una justicia diferente: ¿por qué Anders Breivik sólo fue sentenciado a 21 años por matar a 77 personas? Como americano o quizá persona humana es duro no sentirse abrumado o indignado con que el noruego solo fuera condenado a 21 años de prisión por los ataques del año pasado, incluyendo un atentado bomba en Oslo y el disparo a sangre fría de muchos jóvenes. Es poco menos de 100 días por asesinato. Unos cuantos supervivientes y familiares de víctimas expresaron su alivio y satisfacción por el veredicto. Es chocante ver a los noruegos dar la bienvenida a esta leve sentencia”.
Este es un extracto de un artículo publicado en un periódico americano, a propósito de la condena de este asesino noruego. Realmente para muchos de nosotros que nunca hemos sido víctimas, al menos de un delito tan grave, nos puede resultar muy poco tiempo , incluso podemos pensar que en EEUU hubiera sido condenado a pena de muerte o cadena perpetua, lo cual sin duda hubiera supuesto un alivio para muchos. Pero, ¿también para las víctimas? Por supuesto que no. Muchos se preguntaran¿están los noruegos hechos de otra “pasta”? ¿Son tan diferentes al resto de los seres de este planeta? Como se pregunta este periódico americano ¿es porque en Noruega han aplicado la Justicia Restaurativa frente a la Retributiva de los demás países?
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Esto no es del todo así, realmente en Noruega tienen su sistema penal, con sus penas especificas para cada delito y en este caso pues han considerado que sean 21 años. Aunque hay algo diferente y es que para muchas victimas de otros países, la justicia no funciona porque los años de condena nunca parecen ser suficientes, en cambio para las victimas de Breivik su condena es más que satisfactoria ¿Por qué?
Porque algunos elementos de la Justicia Restaurativa, se han aplicado en el sistema de justicia penal noruego, no es que sean juzgados de Justicia restaurativa pero si han tenido la grandeza de aplicar al sistema tradicional de justicia penal, ciertos valores y principios de esta Justicia Restaurativa, que hacen que mejore su función y su mejor atención a las necesidades de las víctimas y de la comunidad en general. De ahí, que las víctimas estén satisfechas con la sentencia y crean que se ha hecho justicia. Para los que creen que Justicia Restaurativa son solo encuentros victimas-infractores (o incluso mediación penal), esto no tendría sentido porque Breivik no solo no ha pedido perdón, sino que no ha mostrado una pizca de arrepentimiento y así, los posibles encuentros no sólo no funcionarían sino que serían muy perjudiciales para las victimas.
La Justicia Restaurativa por supuesto que es algo más, está formada por una serie de valores y principios, siendo esencial el hecho de “dar voz a las victimas”: los supervivientes y los familiares de este asesino, pudieron hablar, contar su historia durante el juicio y aun cuando Breivik no mostrara su arrepentimiento o su deseo de reparar el daño al menos moral, esto da “poder” a las victimas, las hace recuperar el control de su vida que fue trastocado por la pérdida de un ser querido o por el daño sufrido. Durante el juicio a este asesino, las victimas fueron lo primero, los forenses describieron cada caso de forma individual, posteriormente se leyó un escrito sobre cada una de ellas, cómo eran y que habían hecho en su corta vida, después de una semana de juicio tuvieron la palabra los supervivientes de la matanza. Nunca se ha dado tanta atención a las victimas como en ese juicio.
Las victimas tienen una serie de necesidades algunas de las cuales son la de poder participar, desean tomar parte activa durante todo el proceso y que se las informe de su evolución. El hecho de ser las protagonistas del juicio, el que fueran escuchadas hizo que sintieran que ya se había hecho justicia. El aplicar elementos de la justicia restaurativa al proceso penal ha ayudado enormemente a las victimas a reconducir el sentimiento de venganza, por otros como la paz consigo mismos. Además se les ha ayudado a dar un paso hacia la cicatrización de sus heridas, cambiándolas de víctimas a supervivientes porque ya, la palabra victima deja de tener sentido.
Victima es un concepto pasivo, que las hace ser meros convidados de piedra, en cambio el ser supervivientes las confiere un carácter y papel activo para así reivindicar su historia, lo que sufrieron y cómo las afectó, aunque el delincuente no sienta remordimiento, como ya he dicho, esto de tener un papel activo las ayuda y no solo a ellas sino a la sociedad en general, que comprende, siente empatía y solidaridad con el dolor que han sufrido y admiración por ser supervivientes de un delito tan atroz.
Como dijo Nils Christie en su charla del Foro Europeo de Justicia Restaurativa en Helsinki: “¿es posible la restauración incluso después de delitos tan terribles?
Pues restauración en sentido literal, no es posible porque los fallecidos no van a volver pero si es posible una restauración moral. Y es una restauración de la seguridad perdida, de la confianza en los seres humanos y en el sistema, esto fue empezado a las pocas horas de los delitos, por la sociedad en general, desde el primer ministro noruego hasta el último de los ciudadanos noruegos. Y es que la esencia de la Justicia Restaurativa estuvo presente en la comunidad noruega (no solo en el juicio). Frente a ciertos presidentes de países que ante crímenes muy similares reaccionaron con odio y con acciones de venganza, el primer ministro noruego expresó su solidaridad, tristeza con las victimas y su deseo de no responder con venganza y terror, sino realzando el sistema democrático (precisamente esto y su intolerancia y racismo llevó a Breivik a cometer sus terribles crímenes). El tercer día de los asesinatos hubo una gran reunión en memoria de las víctimas, con más de 150000 personas. Allí hablaron autoridades y supervivientes y victimas (una vez más se las dio voz, se sintieron escuchadas, comprendidas y acompañadas en su dolor, esta solidaridad es lo que hace que estas personas pudieran despojarse de la palabra víctima)
Toda la sociedad noruega se convirtió en un campo activo y fértil de Justicia Restaurativa (según Nils Christie) y prueba de ello es que nadie de los que en esa reunión hablaron, expresaron sus deseos de venganza, al contrario muchos de los allí presentes dijeron: “si un hombre es capaz de demostrar tanto odio, nosotros le vamos a responder con mucho amor, nuestro castigo para el delincuente será más tolerancia y democracia”. Y es que no hay mejor forma de hacer frente a un delincuente de estas características que demostrarle que las victimas no están hundidas y que no ha conseguido su propósito. Esos días las victimas y supervivientes sintieron que sus necesidades estaban siendo atendidas, por eso para ellas ya empezaba a hacerse justicia.
La Justicia Restaurativa hizo sentir a los noruegos, más cerca los unos de los otros, el dolor les hizo más fuertes y más solidarios, incluidos los políticos (los cuales en lugar de “pegarse” los unos con los otros para “sacar tajada”, se unieron también). Por eso no es de extrañar que esto continuara durante el juicio, así al final la reparación y restauración emocional y moral ya había sido cubierta al dictarse la sentencia, con lo que para las victimas y para la comunidad, el número de años es lo de menos, lo esencial es que todos se han sentido satisfechos y contentos con la forma de actuar de la justicia.
Si muchas victimas y el ciudadano en general se muestran punitivos, es precisamente porque la justicia no ha sabido ver y atender sus necesidades y satisfacer sus expectativas, ya que la realidad muestra que las victimas de delitos graves, al final son menos punitivas que los que nunca han sufrido un delito, claro está, si se las atiende como se debe.
El ejemplo estos días lo tenemos en nuestro país, siempre estamos centrados en la figura del asesino, no niego que es importante pero antes de plantearnos cosas como: ¿qué hacer con el asesino?, ¿Cuántos años le pueden “caer”?, me gustaría escuchar ¿qué podemos hacer con la victima y sus familiares? Esto no es cosa de países nórdicos ni de que sus ciudadanos sean “seres de otro planeta”, es simplemente abordar los delitos, por muy terribles que sean desde la perspectiva de los más vulnerable: las victimas directas y sus familiares y allegados.
De forma simbólica Nils Christie expresó el sentimiento de los noruegos: “frente al odio implacable respondimos con rosas”.
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.