Algunas fuerzas de seguridad tienen la capacidad de conducir las investigaciones de abuso sexual infantil de una manera proactiva. Planificar y promover una amplia red de información sobre pedofilia, donde las fuerzas del orden convierten al pedófilo en un confidente no se hace de la misma forma que con un narcotraficante. El concepto de la utilización de confidentes de todo tipo de criminales es fácilmente manejado por los organismos de aplicación de la ley. Las fuerzas de seguridad no convertirán a un asesino en un confidente, y tampoco lo harán con un pedófilo. Sin embargo,con el fin de identificar y detener a otros pedófilos se debe ser creativo e innovador.
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La primera prioridad es alejar al pederasta de la comunidad en aras a la seguridad de los niños. El cumplimiento de la ley no puede llevarles a la situación en que arrestan a un pedófilo y luego lo devuelven a la comunidad a sabiendas que es más que probable que vuelvan a delinquir.
Entonces, ¿cómo hacer cumplir la ley utilizando a un pederasta? Hoy en día la captura de un pederasta que busca activamente el contacto con los niños pre-púberes no es tan complejo como en un principio pudiera parecer. Al atacar el problema en el ámbito de los social media, las fuerzas de seguridad tienen a agentes que desempeñan funciones en Internet haciéndose pasar por un niño de corta edad o un adulto. El objetivo es pescar a algún pedófilo que intente captar a un niño. El agente atrae a los pederastas y establece un día concreto para intercambiar fotografías y/o establecer un punto de encuentro donde el pedófilo y el niño se encontrarán.
Varios programas televisivos han tratado la pedofilia, como el show de la NBC "To Catch a Predator" (Atrapa al depredador). El programa ha conseguido mostrar con éxito como los pedófilos utilizan internet para entrar en contacto con otros pedófilos que acechan a niños en la red. La policía utiliza los mismos tipos de técnicas para atraer a los depredadores, diciéndole al pederasata que está tratando de contactar con un niño pequeño, quien al final resulta ser un oficial de la policía secreta.
Los recursos para llevar a cabo una operación encubierta se limitan a las fuerzas de seguridad, que solo tiene que confiar en su propio equipo para poder localizar con éxito a estos depredadores. Los costos se reducen al tener los sistemas informáticos adecuados; cuentas de Facebook gratuitas, los costos de personal y el equipo de video para grabar al depredador al llegar a la ubicación prevista en su contacto con una persona aparentemente joven que resulta ser un policía.
Pero, ¿Por qué no utilizar los servicios de los pedófilos encarcelados para ayudar a la policía en la búsqueda de personalidades similares, la pornografía infantil; tráfico de humanos y otros delitos de abuso sexual infantil? Los pedófilos encarcelados están condenados a sentencias de por vida. Las nuevas leyes sitúan las condenas en el rango de los 25 a 35 años de cumplimiento. Así que en lugar de que el sistema de justicia penal tenga que pagar a los pedófilos,condenados a vivir en la prisión de turno y gastar su tiempo en el aislamiento, ¿por qué no hacer cumplir la ley aprovechando los conocimientos de estos pederastas?. Las fuerzas de seguridad recibirían el apoyo de la administración local, y las comunidades estatales y nacionales aprovecharían la experiencia de estos pedófilos para atrapar otros pedófilos. Antes de ser detenidos la mayoría de los pedófilos intercambian miles de fotos los unos con los otros. En ocasiones comparten las mismas víctimas y disfrutan de la compañía mutua.
Las fuerzas del orden podrían estructurar la captura del pedófilo por parte de otro pedófilo situándolos delante de un ordenador, dándoles acceso a Internet, grabando toda la puesta en marcha de la búsqueda, el proceso y documentación a medida que el pedófilo entra en contacto con otros pedófilos. La identificación de estos pederastas permitirá a la policía hacer un seguimiento y persecución de dichos pedófilos. Por ayudar a hacer cumplir la ley el pedófilo participante recibiría una reducción de la condenas por su trabajo en la aprehensión de otros pedófilos.
Los confidentes ayudarían a las fuerzas de seguridad a hacer cumplir la ley diariamente con el fin de obtener acceso a redes de tráfico de drogas, el robo y atraco a propiedades privadas por parte de bandas, la falsificación de moneda y una larga lista de posibilidades. Además de estos círculos los pedófilos tienen el conocimiento, las habilidades y el talento para atraer a los niños pequeños. El pedófilo desencadenaría en el programa contra la pedofilia un nuevo interés por parte de las personas involucradas en la investigación de delitos sexuales contra niños, incitándolos a ser innovadores y creativos. Es razonable y lógico utilizar esos recursos que a través del sistema penitenciario permiten a las fuerzas de seguridad identificar y detener a aquellas personas que continúan apresando a niños jóvenes e inocentes. Por supuesto que cualquier programa que utilice este tipo de confidentes debe estructurarse de tal manera que el participante sea responsable y de todas y cada una de las acciones que realice. No se debe permitir al pedófilo estar en la caza de Internet para cualquier cosa que él / ella desee encontrar. El programa específico estructuraría y detallaría el uso que los pedófilos pueden hacer de la red para atrapar a un pedófilo.
Incluso los problemas, la dirección y el mantenimiento del programa sobre pedofilia tendrían que basarse en la credibilidad y la integridad. Dado que este es un nuevo concepto, la ley tendría que crear nuevas políticas, procedimientos y protocolos para que pudieran seguir paso a paso el camino adecuado . Espero con interés escuchar a las fuerzas de seguridad hablar sobre el éxito que pueda tener dicho programa. Si no funciona, entonces la ideología deberá ser reevaluada y aplicada de nuevo.
Lawrence W. Daly (Kent, E.E.U.U)
Instructor y jefe Investigador forense en One Daly Corporation y Legal Strattegies & Forensic Techniques