Resumen
“Cuando la tecnología supera la ficción”
Artículo completo
I. LOS PELIGROS DE UNA “REALIDAD AUMENTADA”
La aplicación móvil “Pokémon Go”, es un juego de realidad virtual que causa furor en todo el mundo y que se ha convertido en una verdadera revolución social que ha sumado seguidores a un ritmo vertiginoso desde el pasado 6 de julio, que se puso en funcionamiento en España; convirtiéndose en una especie de la locura colectiva -es el fenómeno del verano-. Su nombre viene de la contracción de la marca japonesa Poketto Monsuta, que significa monstruos de bolsillo y aunque son viejos conocidos para todos, con este nuevo juego, “Pokemon Go”, se traslada del mundo virtual al mundo real.
“Pokémon Go” es un juego de "realidad aumentada", que hace ver la "realidad-real" con elementos de ficción, a través de un dispositivo, como es el teléfono móvil. El funcionamiento de “Pokémon Go” se podría resumir en que un jugador con su teléfono móvil, que está geolocalizado, siguiendo los mapas del móvil, cuando pasa cerca de un Pokémon -unas criaturas fantásticas coleccionables- el teléfono le avisa al jugador. Entonces éste podrá capturar al bichito lanzando un objeto llamado “Poke Ball” que se acciona tocando la pantalla del móvil. En eso consiste el jueguecito de moda, en atrapar Pokémons -esas criaturitas imaginarias de Nintendo– que pueden aparecer en cualquier lugar: Museos, Parques, Aeropuertos, en la piscina de un Hotel, Bancos, Iglesias, Cementerios, Hospitales, Cuarteles, Comisarías de Policía, ríos o incluso en mitad de las carreteras y en las terrazas y azoteas de edificios. Pocos sitios se pueden escapar a la presencia de un Pokémon, aunque supongo que habrá muchos lugares donde la presencia de un Pokémon no sea factible, como puede ser: una Prisión, los domicilios particulares, los aviones en vuelo, los barcos en alta mar, una Central nuclear, una Torre eléctrica de alta tensión, las catenarias del tren, la Torre de control de un Aeropuerto etc.
Además los Pokémons se pueden avistar en cualquier momento, como es el caso de en una sesión plenaria de un Ayuntamiento, que ha sucedido. En este fenómeno del Pokémon, sí que podemos afirmar, sin lugar a equivocarnos, que la realidad supera la ficción con creces..
Los peligros de un juego virtual que se desarrolla en un mundo real son evidentes, y están protagonizando multitud de titulares en prensa estos días, el primero se deriva del hecho de ir mirando la pantalla del teléfono móvil mientras se camina o se anda en bici, la distracción que esto supone conlleva la posibilidad de no percatarse de la presencia de farolas u otro mobiliario urbano, chocarse con otros transeúntes, ser atropellado o tropezarse y sufrir alguna caída que puede originar lesiones importantes, como es el caso de esos dos jóvenes en California, que se han caído por un barranco mientras jugaban a “Pokémon Go”. Estos accidentes y otros muchos de este tipo que pueden sufrir los jugadores del “Pokémon Go”, ha obligado a establecer normativas especiales para evitar los mismos, como ha hecho la Policía Nacional española a través de Twitter, que ha dado algunos consejos a este respecto.
Estos peligros van en aumento cuando se mezcla el teléfono móvil con el volante, en este caso sí que el peligro es constante, pues estas acciones pueden generar accidentes verdaderamente graves para la seguridad vial, particularmente, si el vehículo que se conduce es un transporte público –un autobús- como ya ha ocurrido. Relacionado con el tráfico, también supone un riesgo el cortarlo directamente, como ocurrió en el Central Park de Nueva York, ante la aparición de “Vaporeon”, una de las criaturas pokemonianas más codiciada por los cazadores de éstas. A estos riesgos hay que añadir los que este juego puede acarrear para determinadas actividades, como es el caso de la navegación aérea, cuya seguridad puede verse afectada por el uso indebido de dispositivos con cámara, que se utilizan en este juego.
Por razones de seguridad también genera riesgos la utilización de este juego en Bases militares y Centros donde se realicen actividades sensibles para la seguridad pública, pues podrían producirse filtraciones de datos, que supondrían un riesgo evidente de seguridad, dado que “Pokemón Go” requiere la toma de fotos, que en estos lugares están prohibidas.
Y hablando de la toma de fotos, en el juego de “Pokémon Go”, se debe de tener buen cuidado de no fotografiar a otras personas, o en su caso, de pedir su autorización para difundir su imagen en Internet, pues toda persona tiene el derecho a su propia imagen, lo que se traduce en la facultad para disponer de su apariencia autorizando, o no, la captación o difusión de la misma. En cualquier caso, en general se debería tener la buena práctica de pixelar la imagen de cualquier persona cuya imagen se vaya a subir a la Red sin su consentimiento expreso.
En cualquier caso, el peligro más grave que puede generar “Pokémon Go” es el de la posibilidad de que a través del mismo los jugadores o terceras personas se conviertan en víctimas actos delictivos, o que los mismos jugadores sean los autores de tales delitos, unas veces de forma involuntaria y otras intencionadamente, como vamos a explicar en el apartado siguiente.
II. LA “CRIMINALIDAD AUMENTADA” EN POKÉMON GO
Aunque “Pokémon Go” es un videojuego, que funciona en un mundo virtual, no hay que olvidar que los jugadores actúan en un entorno real, donde es preciso respetar las reglas que existen, pues de lo contrario se puede incurrir en infracciones, incluso delictivas, que en ocasiones se cometen intencionadamente por quienes aprovechan el juego para realizar actos criminales en la búsqueda incesante de Pokémons, por los lugares más insospechados.
Y es que este juego puede ser utilizado como excusa para realizar hurtos al descuido y robos bien planificados, utilizando Pokémons, a modo de cebo, para que, sobre todo los menores, acudan a un punto concreto y así poder robarles y/o ejercer sobre los mismos actos de violencia, abusos y otras actuaciones delictivas.
También, permite el juego “marcar” a clientes para ser asaltados al salir de Entidades bancarias e incluso para observar las medidas de seguridad de estas mismas Entidades, o de otros locales, como Joyerías, Centros comerciales, Casinos etc, y perpetrar robos posteriormente en los mismos y/ atracos a sus clientes. Asimismo, la geolocalización va a permitir a los delincuentes, en todo momento, saber si una persona se encuentra o no en su domicilio a la hora de perpetrar un robo en el mismo.
Otra actividad delictiva muy propia de este juego es el delito de allanamiento de morada, que se comete cuando se invade, sin autorización, una propiedad privada persiguiendo Pokémons y, más aún, si se invade la misma empleando la violencia, rompiendo una puerta o forzando una cerradura, o se utiliza la intimidación. Estas acciones delictivas de entrada en propiedades privadas, se comenten, no solamente, cuando se entra, sin autorización, en un domicilio particular, sino también en los anejos de la vivienda, como son los jardines, las piscinas, los garajes, los patios etc. Además, la entrada en estos anejos genera el riesgo de que los jugadores sean confundidos con ladrones y su “invasión” sea repelida por el propietario a tiro limpio. Pero no solamente comete este delito de allanamiento de morada quien entra en propiedades privadas sin autorización, también quien lo hace en espacios públicos que están cerrados por estar fuera de horario de apertura (restaurantes, centros comerciales, cines, discotecas etc).
Lógicamente, aún es pronto para hacer valoraciones criminológicas sobre un juego que acaba de ponerse en funcionamiento, pero sus comienzos no son nada halagüeños, posiblemente mientras dure esta fiebre, cada día nos iremos encontrando en la prensa con noticias sobre la comisión de estos hechos delictivos que hemos descrito y algún otro, que en estos momentos no alcanzo a imaginar.
III. CONCLUSIÓN
No cabe duda, de que la tecnología siempre es positiva y el juego y la diversión muy buenos, pero como casi todo en la vida, con un límite. Se trata de poner cordura y sentido común a esta fiebre que se ha desatado con el jueguecito de moda, que sin duda se pasará y no tardando; mientras tanto, habrá que utilizarlo siguiendo unas pautas básicas de seguridad, lo que redundará en beneficio de todos.
No obstante, no todos son peligros para los jugadores que practican este video juego, pues “Pokémon Go”, fomenta la actividad física y combate el sedentarismo, pues este juego incita a salir a la calle, a mover el esqueleto, a descubrir nuevos lugares y a relacionarse con otras personas. No deja de ser una nueva alternativa de ocio que ha sacado a las calles a miles de jóvenes en todos los países, que ya hacen “pokequedadas”, aunque no todas ellas con resultados positivos, pues como ha ocurrido en la ciudad de Bremen, en Alemania, una de estas quedadas pokemonianas acabó en una gran pelea por una discusión sobre el dichoso juego.
Bibliografía
Javier Nistal Burón, es licenciado en Derecho y diplomado en Criminología. Pertenece al cuerpo funcionarial de juristas de Instituciones Penitenciarias. Ha publicado más de un centenar de artículos doctrinales en distintas Revistas especializadas; asimismo, es coautor de varias publicaciones y autor de algunos libros sobre la temática penitenciaria.