Resumen
Es evidente que todos los países del mundo encierran en su interior corrupción y delincuencia. Los estados totalitarios no lo reconocen, mientras que los democráticos lo asumen e intentan reducirlo hasta niveles razonables; sin embargo las cotas en México han dejado de ser tolerables.
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A diario mueren decenas de personas en el país como consecuencia de la lucha entre cárteles de narcotraficantes y la ya descarada corrupción de sus líderes. El informe de las ciudades mas peligrosas del mundo lo confirma: México es el país más inseguro, pues de las 25 ciudades más peligrosas del planeta, 12 se encuentran en el mismo. Los ciudadanos no aguantan más: ha sido la muerte del hijo de uno de los poetas más reconocidos de la nación, Javier Sicilia, la que ha propiciado una marcha silenciosa a lo largo del país en protesta contra la clase política y la intolerancia de tan altos niveles de delincuencia e inseguridad. A “la marcha de la paz”, que partió desde Cuernavana y recorrió 88km para acabar en el zócalo de la capital mejicana, se han sumado ente 85.000 y 150.000 personas y más de 38 ciudades mejicanas y 13 extranjeras. La marcha ha durado cuatro días a pie bajo un sol que ha querido estar bien presente. Al llegar, Sicilia y otras familias victimas de la delincuencia organizada, han leído sus casos y lanzado mensajes pidiendo la depuración de los partidos políticos de la nación. Entre las proclamas se oían lemas como “basta ya” y frases como "las instituciones están podridas, desde los partidos hasta el Gobierno Federal. Por eso el crimen está campeando, por eso nos está envileciendo. No es este el México que queremos. No es esta nuestra guerra. Pero estos sí son nuestros muertos". El propio poeta afirma que su principal intención es que cambie ahora la sociedad mexicana, que acabe con sus lideres corruptos y que esto permita prevenir y resolver casos como el que acabó con la vida de su hijo, y no como el 90% de los que asolan el país quedando sin resolver, bien por la falta de preparación policial, institucional, o bien por la corrupción de los mandatarios políticos o policiales.
Como era de esperar la respuesta ante la imagen que el Estado estaba dando al resto del mundo no se ha hecho esperar. Uno de los principales cárteles del país ha perdido a su dirigente, Efrain Zárco Cárdenas, apodado “El Villa” que operaba en Morelos, al sur del país y que había asumido la dirección del cártel desde que en agosto se detuviera al hasta entonces líder “La barbie”. Casualmente, este grupo organizado fue el mismo que torturara y asesinara en marzo al hijo del poeta. Diversas fuentes señalan que Zárco era el encargado de sobornar a la policía municipal de Acapulco según el comunicado de la Secretaria de Seguridad Publica. Por otro lado, la misma institución ha acordado con el Departamento de Estado de USA en el mismo día, un proyecto anti narcotráfico por el que se acuerda la colaboración de un asesor estadounidense en operaciones aéreas.
La población de México, cansada de su clase política, sabe que para erradicar la delincuencia organizada de la nación, es preciso comenzar por la delincuencia de los despachos.
Alejandro Manso González
Criminólogo | Diplomado en Investigación Privada
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