Resumen
La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla. Disculpen las molestias, esto es una revolución. Subcomandante Insurgente Marcos.
Hace poco más de tres décadas, se organizaban en las sierras del sureste mexicano, las pruebas para evaluar a quienes formarían parte del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El primer grupo estaba formado por seis personas; los primeros seis insurgentes, cinco hombres y una mujer, tres mestizos y tres indígenas. De esa manera iniciaba la máxima lucha indígena por la democracia, libertad y justicia en México.
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El EZLN es un movimiento agreste, valiente e infatigable, jamás han claudicado en esta treintena de años que llevan luchando por la dignidad de los indios chiapanecos. Su máximo ideal: lograr la igualdad entre los pueblos indígenas de México y el mundo. Sin embargo, este levantamiento armado, porque hay que decirlo, utilizó la fuerza para defender sus derechos, y enfrentaron al Estado mexicano en una guerra que lo mismo trajo gloria y sufrimiento.
Las comunidades indígenas venían padeciendo del abandono por parte del gobierno, lo que provocaba que vivieran marginados, sin la posibilidad de tener acceso a los servicios básicos para tener una vida digna. Los indígenas demandaban ser víctimas de explotación laboral por parte de los mestizos adinerados. La sociedad, víctima de la ignorancia e infestados de prejuicios, concebían (conciben) a los indígenas como minorías, y ejercían (ejercen) acciones discriminatorias, lo que mermaba (merma) aun más las probabilidades de desarrollarse económicamente. Precisamente, el lema de la rebelión que más adelante realizarían estos pueblos seria: “Vivir por la patria o morir por la libertad”.
La búsqueda más significativa de la tan anhelada libertad, tuvo lugar en 1994, después de diez años de prepararse en la selva y en las montañas; diez años de vivir en la oscuridad esperando el tiempo de alzar la voz y las armas, esperando el momento indicado, el de ellos. En una acción simultánea el 1 de enero de 1994 tomaron siete cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas y le declararon la guerra al gobierno federal, a su Ejército y policías.
Esta historia, a pesar de estar impregnada de la sangre que le costó a muchos; a pesar de su intenso matiz subversivo, también está repleta de riqueza cultural, de pasión expresada en obra literaria, poesía y sentimiento. Ellos mismos, los indígenas, en su característico estilo metafórico, se describen como: “humedad que avanza por caminos, los pueblos indios vamos trabajando, acercándonos entre nosotros”
En parte se le debe al Subcomandante Insurgente (SCI) Marcos, el tinte literario del que está impregnado este movimiento. Él fue el principal ideólogo, portavoz y mando militar del EZLN.
Marcos, nombre de guerra que según él mismo, es el nombre de un compañero que murió, siempre tomaban los nombres de los que morían, en esta idea de que uno no muere sino que sigue en la lucha siempre (SCI Marcos cit. post. Ramos, 1998).
El Subcomandante Insurgente Marcos, fuma su característica pipa. 1996, Chiapas (México) Fotografía: Ricardo Trabulsi .
Como dijera alguna vez el poeta alemán Bertolt Brecht: “En este mundo existen hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. El SCI Marcos, es un verdadero ejemplo de lo que significa la lucha perpetua.
La obra literaria de “El Sub Marcos”, como común mente se hace nombrar, es multicolor, lo mismo escribe comunicados cargados de reclamos que hacen temblar al más aguerrido gobernante, que poesía llena de sentimentalismo capaz de conmover a cualquiera. Carezco de la experticia necesaria para evaluar la calidad de la obra de arte que en forma de letras “El Sub” nos ha heredado, simplemente habla el lector común, aquel a quien ha llegado la motivación que también el “Sub”, nos ha contagiado a través de su incansable lucha.
Ya se ha apuntado quien es el SCI Marcos, sin duda un ejemplar escritor y feroz combatiente por los derechos indígenas. Aunque su lucha significa más, es un paso también por la abolición de la desigualdad humana en general. ¿Quién es el “Sub”? ¿Quién es Marcos? Marcos solía decir que:
"Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Ysidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en CU, judío en Alemania nazi, ombudsman en la Sedena, feminista en los partidos políticos, comunista en la posguerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en Bosnia,mapuche en los Andes, maestro de la CNTE, artista sin galería ni portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del siglo XX, huelguista en la CTM, reportero de nota de relleno en interiores, machista en el movimiento feminista, mujer sola en el metro a las 10 p.m., jubilado en plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal, obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y, es seguro, zapatista en el sureste mexicano (González, 2008: 1062).
En fin, Marcos es un ser humano más; Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, resistiendo, explotando y diciendo "¡ya basta!" Marcos es sinónimo de ¡lucha!
Anécdotas de los inicios del EZLN, en palabras de Marcos.
En 1985, el EZLN celebraba apenas su segundo aniversario, desde las montañas del sureste mexicano el SCI Marcos hacia los honores a esta importante fecha. Él mismo nos comparte los recuerdos de aquella celebración solenme.
Lo celebramos en un campamento llamado Watapil, porque así se llama una planta con cuyas hojas hicimos un cobertizo para los alimentos.
Yo era capitán segundo, estábamos en la llamada "Sierra del Almendro" y la columna madre había quedado en otra serranía. Tenía bajo mi mando 3 insurgentes. Si las matemáticas no me fallan, éramos 4 en ese campamento. Celebramos con tostadas, café, pinole con azúcar y una cójola que matamos en la mañana. Hubo canciones y poesías. Uno cantaba o declamaba y los otros tres aplaudían con un aburrimiento digno de mejor causa. En mi turno, con un discurso solemne les dije, sin más argumentos que los mosquitos y la soledad que nos envolvía, que un día seríamos miles y que nuestra palabra le daría la vuelta al mundo. Los otros tres estuvieron de acuerdo con que probablemente la tostada estaba hongueada, que seguramente me había hecho daño y que por eso deliraba. Recuerdo que llovió esa noche (SCI Marcos, 2003a:¶23).
En ese campamento apenas eran cuatro integrantes del ejército zapatista, sin embargo, como lo predijera el mismo Marcos aquella noche, (sin más argumentos que el deseo y la Fe, que son suficientes para algunos) más adelante serian miles, y también representarían la mayor organización indígena militar en México, su voz se escucharía en el Mundo entero.
En esos tiempos, “El Sub” nos narra cómo eran los inicios de aquel anhelo. Como casi todos los sueños en sus inicios, se notaba más la ambigüedad, que una clara estrategia a seguir. Su éxito se debió a que logró armonizar sus planes; logro organizar todo un pueblo, utilizando un idóneo balance entre la pasión de sus anhelos y la inteligencia para crear una estrategia político-militar de alto impacto.
Las adversidades son ineludibles cuando se lucha por un ideal, la clave es tomar aquellos retos con optimismo, y claro, con buen humor, como nos comparte a continuación:
Los campamentos de aquella época eran relativamente sencillos: tenían un área de intendencia o la cocina, los dormitorios, el área de ejercicio, la posta, el área de 25 y 50, y los campos de fuego para la defensa. Tal vez alguno de los que me escuchan se pregunte qué rayos es el "área de 25 y 50". Bueno, resulta que para hacer las necesidades que llaman "primarias", había que alejarse a una cierta distancia del campamento. Para ir a orinar había que retirarse 25 metros; y para defecar eran 50 metros, además de hacer un hoyo con el machete y luego tapar el "producto". Claro que esas disposiciones eran cuando nosotros éramos, como quien dice, un puñado de hombres y mujeres, es decir, no pasábamos de 10. Tiempo después, construíamos letrinas en zonas más alejadas, pero los términos "25" y "50" se quedaron (SCI Marcos, 2003a: ¶16).
En aquella etapa, las actividades que realizaban eran meramente de supervivencia: cazaban, pescaban, recolectaban frutas y plantas; dedicaban gran parte del tiempo al conocimiento del terreno, es decir: orientación, caminata y topografía. El adiestramiento táctico militar era también de gran importancia en aquellos inicios. El estudio era en base a manuales del ejército estadunidense y del federal mexicano. Se hicieron diestros en el manejo de armas de fuego y en las “artes marciales”. Siempre estuvo presente la doctrina cultural y la educación.
Según los relatos del “Sub” en aquellos tiempos, eran mejores con la pluma y el papel, que con las armas y las tácticas de guerra, nos cuenta:
Resulta que, con una columna de reclutas, nos estábamos moviendo para acampar cerca de un pueblo. En el camino topamos una piara de jabalíes, o sea un chingo de puercos salvajes. La columna guerrillera se desplegó con disciplina y habilidad, es decir, que el que iba de vanguardia gritó "¡puercos!" y, con el pánico como motor y combustible, se subió a un árbol con una habilidad que no le volvimos a ver. Otros corrieron con valentía… pero hacia el lado contrario de donde estaba el enemigo, o sea los jabalíes. Algunos tomaron puntería y dieron cuenta de dos cerdos salvajes. En la retirada enemiga, o sea, cuando los puercos se fueron, quedó abandonado un cerdito, de apenas el tamaño de un gato casero. Lo adoptamos y le pusimos por nombre Baby Doc, porque en esas fechas Papá Doc Duvalier moría y le heredaba la carnicería a su vástago. Acampamos ahí para aliñar las piezas y comer. El puerquito se encariñó con nosotros, creo que por el olor (SCI, Marcos, 2003a: ¶19).
Marcos es también un claro ejemplo de que lo único que hace falta para lograr el éxito es la perseverancia. El ejército que comandó en aquel levantamiento armado de 1994, estaba compuesto por soldados que demostraron verdadera valentía, disciplina y habilidad, la suficiente como para hacer frente al ejército de un país.
La lucha nunca terminó, siempre han estado allí: El despertar.
La lucha del EZLN no ha sido estéril. Han sido capases de organizarse para vivir con dignidad. Han establecido una organización política y cultural paralela a la del gobierno, y lograron establecer sistemas autodependientes y eficaces. Son una comunidad autónoma en todos los sentidos.
En la actualidad, según nos cuenta el SCI Marcos:
En estos años nos hemos fortalecido y hemos mejorado. Nuestras viviendas se mejoran sin lastimar a la naturaleza imponiéndole caminos que le son ajenos.
En nuestros pueblos, la tierra que antes era para engordar el ganado de finqueros y terratenientes, ahora es para el maíz, el frijol y las verduras que iluminan nuestras mesas.
Nuestro trabajo recibe la satisfacción doble de proveernos de lo necesario para vivir honradamente, y de contribuir en el crecimiento colectivo de nuestras comunidades.
Nuestros niños y niñas van a una escuela que les enseña su propia historia, la de su patria y la del mundo, así como las ciencias y las técnicas necesarias para engrandecerse sin dejar de ser indígenas.
Las mujeres indígenas zapatistas no son vendidas como mercancías.
Los indígenas priístas van a nuestros hospitales, clínicas y laboratorios porque en los del gobierno no hay medicinas, ni aparatos, ni doctores ni personal calificado.
Nuestra cultura florece, no aislada sino enriquecida por el contacto con las culturas de otros pueblos de México y del mundo (SCI Marcos, 2012b: ¶14-21).
Después de más de un lustro de discreción, el EZLN se hace escuchar con una movilización el 21 de diciembre de 2012. Con el recuerdo palpable de sus cuarenta y cinco indios tzotziles asesinados en aquella matanza de 1997 en Acteal, cuando sus compañeros indígenas fueron masacrados por un grupo de hombres vestidos con uniformes oscuros y los rostros cubiertos. Más adelante este grupo se identificaría como simpatizante del gobierno. Entre las víctimas de esta barbarie se encontraron: 15 niños, 21 mujeres, y 9 hombres. El recuerdo de Acteal es imborrable.
En esta ultima movilización, los zapatistas regresan, conmemoran las victimas de Acteal, dan tributo a sus valientes compañeros asesinados, regresan y cimbran los suelos del sur de México con el marchar de miles de indígenas callados, cuyo silencio, hacía eco en la conciencia de quienes observábamos.
Regresan para que estemos seguros que siguen aquí. De la pluma de su poeta oficial, porta voz y comandante, nos entregan su mensaje claro e intimidante (SCI Marcos, 2012[c]):
Indígenas zapatistas marchan en silencio en conmemoración a la matanza de Acteal. 2012. Chiapas (México). Fotografía: Fredy Martín.
¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día.
¡DEMOCRACIA! ¡LIBERTAD! ¡JUSTICIA!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
Las condiciones de los pueblos indígenas mexicanos, no son diferentes en la actualidad; gran parte de ellos viven en pobreza extrema, son discriminados y la cultura de sus raíces se degrada. Hay un camino andado. Quienes han luchado nos han dado un claro ejemplo, sin embargo, la democracia, la libertad y la Justicia para los indígenas, siguen siendo asignaturas pendientes para el gobierno mexicano.
BIBLIOGRAFÍA
Subcomandante Insurgente Marcos (2003a). Presentación del Libro 20 y 10. El Fuego y la Palabra. México. En: La Jornada (10/11/03) [en línea]. Disponible en: <http://www.jornada.unam.mx>, consultado el 4 de enero de 2013. ¶16, 19, 23.
Subcomandante Insurgente Marcos (2012 b y c). Comunicados oficiales del 30 de diciembre ([b]: ¶14-21) y 21 de diciembre ([c]: integro) del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En: Enlace Zapatista. Disponibles en: < http://enlacezapatista.ezln.org.mx>, consultados en enero de 2013.
Duran de Huerta, Marta (1995). Yo, Marcos. México: Ediciones del Milenio.
Le, bot Yvon (1997). Subcomandante Marcos. El sueño Zapatista. Barcelona: Plaza y Janes.
Maité Rico y Bertrand de la Grange (1998). Marcos, la Genial Impostura. México: Aguilar.
Muños Ramírez, Gloria (2003). EZLN: 20 y 10, el Fuego y la Palabra. México: Rebeldía-La Jornada.
Ramos, Jorge (1998). “Detrás de la Máscara”. México: Grijalbo.
Vázquez Montalbán, Manuel (2000). Marcos: el Señor de los Espejos. México: Aguilar.
González Marí, Ximo (2008). El Viaje de los sin rostro. Anclajes y Derivas de la Nave Zapatista. En Mattalia, S., Celma P. y Alonso P. (eds.). El Viaje en la Literatura Hispanoamericana: el Espíritu Colombino. Madrid: Asociación Española de Estudios Literarios Hispanoamericanos. Pág.1062.
Bibliografía
Criminólogo y entusiasta investigador social.
En todo lo que hago me considero siempre un amateur, como bien dijera Richard Bach "Un escritor profesional es un amateur que no se rinde"
Mis mayores virtudes son: la loca costumbre idealista de soñar todo el tiempo, y la lucha perpetua para alcanzar esos sueños. El "fracaso": mi mayor aliado y amigo; nunca ha llegado a mi vida sin antes surcar una aguerrida batalla.
Licenciado en Criminología por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) | Estudiante de la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses | Becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) | Consultor especialista en Seguridad Privada | Ex Supervisor Operativo en: SECURITAS (México) | Coordinador de Operaciones en: Servicios Operativos de Tamaulipas (SOT).