Resumen
“Grupos de jóvenes violentos tomaron de madrugada varias ciudades de Inglaterra. Destrozaron escaparates y saquearon tiendas. Otros prendieron fuego a una comisaría”.
“La policía ha detenido a más de doscientas personas en Londres, entre ellas un niño de 11 años”. Estos son algunos de los titulares que han aparecido en prensa estos últimos días acerca de lo que está sucediendo en Inglaterra sobre una ola de violencia incontrolada que se ha desatado en este país. Lo que empezó como una manifestación pacifica por la muerte en extrañas circunstancias de un joven de color a manos de la policía, ha acabado en violencia y vandalismo de magnitudes desproporcionadas.
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Muchos han analizado estos hechos y ha visto que es obviamente fruto del contexto social con crisis, recortes sociales y gran malestar de la población más humilde. Otros piensan que es problema de la multiculturalidad de los barrios y de un latente racismo en nuestra sociedad actual, además de un fracaso de las políticas de integración social y cultural del país anglosajón, sin embargo estas “hordas” de personas violentas no tienen ninguna reclamación social, su “tarjeta de visita” es causar daños por causar daños.
¿Realmente en pleno siglo 21 continuamos siendo racistas aún cuando no queramos reconocerlo? ¿Existen barrios con personas de diferentes lugares y culturas conviviendo de forma aparentemente pacifica pero de repente salta la “mecha” de la incomprensión?
Estas preguntas me asaltan en la cabeza mientras intento sino justificar, si comprender qué puede llevar a unas personas (muchos de ellos jóvenes) en teoría civilizados a cometer actos vandálicos y violentos, encubiertos bajo la justificación del desastroso clima político, social y económico. He escuchado a testigos comentar que muchos son chicos muy jóvenes pero su aparente descontento se ha transformado en daños a toda la comunidad, a sus vecinos, amigos, conocidos….ya que sus destrozos están causando cuantiosas pérdidas tanto para personas individuales como para todos los ciudadanos, por ser parte del mobiliario urbano. Lo más triste es que esto ocurre muy a menudo no en la misma escala, pero si es verdad que cada vez que por ejemplo hay una celebración deportiva generalmente grupos violentos aprovechan la oportunidad para camuflarse y “hacer de las suyas”. ¿Así es como se divierten hoy en día muchas personas? No lo sé pero lo que puedo ver es que vivimos en una sociedad en la que en la mayoría de los casos tenemos todos los derechos del mundo, podemos expresarnos libremente, contamos con muchos adelantos y tecnología y sin embargo nos comportamos como “animales”. Siempre he pensado que lo que distinguía al ser humano del animal es que estos se comportan por instinto y nosotros somos capaces de elegir entre el bien y el mal y actuar conforme a la razón haciendo lo correcto. Sin embargo últimamente veo indicios de que la evolución humana está yendo a la inversa (algo de lo que quizá hablen los futuros estudios de Atapuerca), si en la antigüedad nos distinguimos de los animales de forma notable y comenzamos nuestra evolución, hoy en día nos parecemos cada vez más a ellos, pero con un plus del que carecen, nosotros o al menos la mayoría tenemos capacidad para distinguir entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo que no lo es.
Las personas están muy crispadas, todos los días oímos acerca de pequeñas peleas que acaban en desgracia, “un chico es atropellado por otro a la salida de una discoteca”, “mata a su cuñado cuando trataba de mediar entre su mujer y él”…o algo más cercano, alguien me puedo explicar que nos ocurre cuando nos montamos en un vehículo a motor que nos transforma y nos hacer comportarnos de una forma totalmente grosera y anticivilizada…. ¿habremos tocado el tope de la evolución humano y estaremos retrocediendo al pasado?. Sinceramente prefiero pensar esto y no que el ser humano es malo por naturaleza como decía Thomas Hobbes, aunque su tesis de que el hombre es más expuesto a no ser racional, cada vez cobra más sentido para mi.
Creo que hemos perdido valores básicos como el dialogo y la comunicación, la empatía hacia nuestros congeneres lo que hace que no sepamos enfrentarnos a los conflictos de la vida cotidiana de una forma racional y coherente, y así ante cualquier problema nos vemos superados. De la misma forma nuestros niños y jóvenes también empiezan a crecer careciendo de muchos de estos valores, además últimamente parece que educar significa total libertad y pérdida del sentimiento de autoridad y respeto hacia profesores, padres, mayores en general…esto les vuelve incontrolables, y sus bromas y fechorías llegan a una escala más grave. Hemos pasado de" la letra con sangre entra", a no se puede castigar a nuestros hijos.
Este es el problema de nuestro siglo 21 y su plasmación en la realidad se hace en forma de disturbios incontrolables, peleas, agresiones y otros focos de vandalismo y violencia que sirven para mostrar un descontento con algo pero que muchos son incapaces de hacerlo de una forma lógica y pacifica. Por eso siempre abogo por enseñar practicas restaurativas en todos los ámbitos de nuestra vida (comunitario, social, laboral, escolar…) para que podamos aprender valores relacionados con la paz y la no violencia y así poder vivir en una comunidad más justa y pacifica, ( aunque parezca utópico un lugar mejor donde vivir).
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.