Resumen
Una de las denuncias más reiteradas respecto a las actuaciones de los Mossos d'Esquadra, no solo en lo acontecido el pasado viernes sino en incidentes anteriores, se da respecto a la dificultad por parte de los ciudadanos para identificar a los cuerpos policiales. Al respecto existe en Catalunya eldecreto 217/2008 de 4 de noviembre, sobre la utilización del número de identidad profesional en determinadas piezas de los uniformes de la policía de la Generalitat-mossos d'esquadra, que indica lo siguiente:
Articulo único
.1 Las piezas visibles de los uniformes de la policía de la Generalitat-mossos d'esquadra, que lleven puestas en la parte superior del cuerpo los funcionarios y funcionarias, deberán llevar incorporada, en la parte delantera superior derecha, una veta adherente de color azul marino de 2 cm de anchura y 5 cm de largo, en la que ha de constar el número de identidad profesional.
.2 Se exceptúa en la previsión formulada en el apartado anterior las piezas del uniforme de gala.
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El Decreto parece ser claro respecto a la identificación de los Mossos, que solo se pueden librar de ella para "piezas del uniforme de gala". Esto choca frontalmente con unas declaraciones que Felip Puig hizo en el programa Els Matins de TV3 el pasado martes, en las que declaraba que los miembros de seguridad "siempre van correctamente identificados, pero cuando han de estar en posición de alerta es evidente que se ponen una armilla de protección, y no puede tener un agujero, la identificación se lleva encima del uniforme. " .
Si analizamos las palabras de Puig y las comparamos con el precepto jurídico, las únicas vías lógicas para poder decir que iban reglamentariamente identificados serían las siguientes:
1. Que las armillas de protección no son visibles
2. Que las armillas de protección no forman parte del uniforme
3. Que las armillas de protección no se llevan en la parte superior del cuerpo
En caso de que alguna de las tres afirmaciones anteriores sean ciertas (por deducción la alegación debería ser la del segundo punto), nada que decir al respecto. Pero por lo menos permitasenos poner en duda que se trate de una acción totalmente lícita. Jugar con la ambigüedad de la ley tiene sus riesgos. La más directa, que llegue un momento en el que la misma ley pierda vigencia entre la población. El hecho de que no se respetara la decisión de la Junta Electoral bien puede haber sido un aviso. Cuando las normas se alejan demasiado del colectivo, este las desacredita vulnerándolas en masa.
El daño a la imagen del colectivo policial
Sea como sea, las actitudes de algunos de los miembros de no llevar la identificación visible conducen lógicamente al ciudadano a pensar mal. A la vez, eso estigmatiza a aquellos compañeros que sí cumplen estrictamente con lo que la ley les indica y que ejercen sus funciones de forma adecuada.
El daño es doble, y independientemente de lo reglamentario o no que pueda ser el no llevar identificación en la armilla, quizá debiera plantearse que sí, debe ser una obligación llevarla, ya que es precisamente en estas situaciones donde más abusos se pueden dar: agentes preparados para ejercer la violencia de forma frontal, y que, como en todo ejercicio de poder, son corruptibles.
Actualización a 3 de junio de 2011: Felip Puig fue entrevistado en el día de ayer por la cadena Ser, en la que se habló nuevamente de la no identificación de la Brigada Movil de los Mossos d'Esquadra. En sus declaraciones pudimos despejar algunas dudas sobre los motivos por los que la normativa se podría no haber aplicado: "La normativa de 2008 es la vigente. Pero hasta que no vea a todas las unidades antidisturbios de Europa haciendo lo mismo, tengo mis dudas sobre como se debe aplicar la instrucción". Además, según el Conseller "hay una voluntad clara y transgresora de ir a atacar, agredir, identificar y acusar a los agentes de manera individual".
Ahora me quedo más tranquilo, resulta que el decreto no se aplica porque no se entiende muy bien. Es como el fuera de juego, ante la duda, lo mejor es no pitar nada.
Bibliografía
Soy Licenciado en Criminología y Filosofía por la UAB. En 2011 fundé Criminología y Justicia, empresa dedicada a la divulgación de contenido de caracter criminólogico-jurídico que contó con la participación de más de 100 autores hasta su cierre en 2017. Durante ese tiempo se publicaron más de 1000 artículos que han recibido ya más de dos millones de visitas; se publicaron cerca de una treintena de libros, y también se organizaron diferentes eventos y congresos enfocados a divulgar la Criminología.
Ahora mi interés estriba en aplicar toda esa experiencia en el mundo de la divulgación científica a otros ámbitos dentro de la comunicación digital.