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Como ya sabréis, el próximo domingo 25 de mayo tendrán lugar las elecciones al Parlamento Europeo en todos los países de la Unión Europea, y en España se presentan un importante número de partidos políticos, con opciones ideológicas muy heterogéneas y, por tanto, con propuestas electorales de todos los colores. Dejando por un instante de lado las opciones políticas, no obstante, hay una rama de la Criminología que puede ser de gran utilidad para ayudar a los votantes, la que se encarga del estudio de la ocultación del mensaje y la detección del engaño.
Así pues, nos hemos propuesto estudiar el discurso de los diferentes líderes políticos que se presentan a las elecciones, y observar indicios de ocultación del mensaje en su lenguaje verbal y corporal.
A continuación se presenta el análisis realizado sobre seis de los 38 líderes de partidos (o agrupaciones de partidos) que se presentan a dichas elecciones. La razón para haber seleccionado solamente seis candidatos es el enorme esfuerzo temporal que implica el estudio de cada uno de ellos; y el motivo por el que no hemos guiado para seleccionar a estos candidatos, y no a otros, ha sido el sondeo realizado por El País y publicado el pasado 17 de mayo, en el que mostraba las intenciones de voto de los ciudadanos españoles, dando los siguientes resultados:
En efecto, analizaremos los discursos de Miguel Arias Cañete (PP), Elena Valenciano (PSOE), Willy Meyer (IU), Ramon Tremosa (CEU), Francisco Sosa Wagner (UPyD) y Javier Nart (C’s):
Miguel Arias Cañete: Partido Popular (PP)
Lee mucho, discurso muy preparado poco espontáneo. No ayuda con las emociones faciales a su comunicación verbal. Y cuando termina de hacer su primer speech al decir “muchas gracias” el “gracias” lo dice ya mirando a la presentadora, lo que da una sensación de que ese speech inicial es un mero trámite y que pase cuanto antes. Cuando dice algo verbalmente y niega con la cabeza al mismo tiempo que cierra los ojos, no es muy fiable lo que dice, es decir, no cree en lo que está diciendo u oculta algo, por ejemplo: “España estaba al borde del rescate” o” Es absolutamente cierto”. Además cuando le mencionan el fraude fiscal y los fondos que se han llevado a Suiza, al contestar, después se le aprecia una cara de temor (arrugas en la frente, ojos y boca)… por algo será. Y en cuanto a la comunicación corporal, se parapeta detrás de los papeles, los utiliza como barrera, dando una imagen de estar a la defensiva o tratar de ocultarse tras los papeles y cifras.
Elena Valenciano: Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Su discurso, en cuanto al tono de voz, está bien modulado, excepto cuando le da por alzar la voz sin una razón aparente o lo eleva demasiado cuando no es necesario, y repite en exceso. Se repite para hacer más hincapié en la idea que se quiere transmitir, pero cuando se repite de la misma forma como si fuera un disco rayado, la sensación es de inseguridad. En cuanto a la comunicación facial, muestra algunas veces expresiones que van acordes con el discurso verbal, pero otras veces no, por ejemplo: cuando habla del dinero que se inyectó a la banca y al fomento al trabajo haciendo ver la diferencia abismal que ha habido (en un caso eran 700.000 millones y en el otro 6.000 millones), en vez de ponerse seria e incluso mostrar signos de enfado, hace una mueca de risa irónica o sarcástica que entre amigos puede estar bien pero hablando para todos los españoles no creo que sea lo más adecuado en ese momento. Lo mismo hace cuando habla del poco dinero que se le da a los desempleados, hace una sonrisa que no viene a cuento. Tener un rotulador en la mano está bien, siempre y cuando no se juegue en exceso con él, porque si no daría la imagen de nerviosismo.
Willy Meyer: Izquierda Unida (IU)
Tiene un tono de voz pausado que el permite hablar de una forma que se le entienda muy bien en un debate (pero en un discurso en la calle o en un estrado debería de alzar más la voz en determinados momentos, no ser tan uniforme), hace pausas medidas y utiliza la comunicación gestual en algunos casos para apoyar la comunicación verbal de forma congruente. Se cree lo que está diciendo en cuanto a defensa de los derechos y las injusticias que se han llevado a cabo contra los parados y personas más desamparadas. Echo en falta una mejor expresión facial, cuando esté agradeciendo algo que ponga una cara más amable, es decir, que no esté tan concentrado en el discurso que lleva (porque sino no le acompañará el lenguaje facial con el lenguaje verbal) y estará agradeciendo algo a los votantes con la misma cara que está echándole en cara al PP y PSOE que no hagan nada por mejorar España. Debería incidir más en apoyar con la comunicación facial, tanto el discurso amable como el discurso de oposición (si agradece algo, cara más amable, si critica algo como la corrupción y la especulación, cara más desagradable -de enfado-). Parece que quiere ser tan comedido en el discurso que le falta conectar las emociones faciales con las verbales, de esa forma llegaría mejor al público. Y un apunte más, hace un gesto como de temor de forma continuada que es, estirar la comisura de la boca en su lado izquierdo hacia atrás y hacia abajo, cuando este gesto va acompañado de la crítica hacia otros es congruente pero cuando lo hace después de decir que se vote a IU, entonces es incongruente porque que interpretamos ¿Qué lo que has dicho no lo crees mucho, y de ahí ese gesto de temor? ¿O que el gesto de temor es por no creer que vayamos a votar a IU?...
Ramon Tremosa: Coalición por Europa (CEU)
Acompaña muy bien las palabras con las manos y deberías ser más expresivo con la cara. En cuanto a las manos, algunas veces se le nota la impaciencia porque las empieza a mover mientras el otro interlocutor está hablando, y le interrumpe sin con los gestos (aunque luego diga, “no te he interrumpido”), síntoma de impaciencia. El intentar tener una cara neutra, tanto se esté de acuerdo como en desacuerdo, lo que hace es que el común de las personas lo interpretemos como arrogancia, prepotencia, y no creo que sea interesante dar esa imagen. No hay que intentar hacer que no te molesta una crítica que sí te molesta, ¿Para qué quieres hacerlo? ¿Para hacer creer al otro que aceptas bien las críticas y su punto de vista? Si después sigues en tus trece como si no le hubieras oído, la sensación es la de “Bien, bien, di lo que quieras que yo seguiré haciendo lo que me parece (eso sí sin un mal gesto)”. En definitiva, una ocultación de las emociones que está sintiendo.
Francisco Sosa Wagner: Unión, Progreso y Democracia (UPyD)
Tiene un tono de voz muy monótono, con pocos altibajos en su tono. Los altibajos se utilizan para dar más énfasis a lo más importante. La sensación es la de un abuelo que está contando una historia, con muchos datos, muchos rodeos para intentar llegar a una idea final pero que cuando la comunica, no lo hace con la fuerza que se supone debería tener. Las manos le ayudan muy bien en su discurso verbal y la expresión facial debería de acentuarse en algunos momentos para ser más contundente la transmisión del mensaje que pretende trasmitir. No pone pasión en la defensa de lo que dice defender, parece que le falta convencimiento.
Javier Nart: Ciudadanos (C’s)
Es buen orador y se apoya muy bien, tanto con las expresiones faciales como con las corporales (manos). Sin embargo, sus movimientos y tono de voz, en general, son muy bruscos y tajantes dando sensación de estar enfadado continuamente, y en muchos casos con un rictus de desprecio hacia comentarios de las otras partes. Hay un par de gestos con las manos que no son muy acertados, cuando se tapa la boca para no hablar, algunas veces, lo hace con el dedo “corazón” puesto en forma horizontal, no es un buen gesto, es un gesto de “que te den”, y otro es utilizar el dedo índice para señalar a alguien que se puede interpretar como un gesto agresivo. Ambos gestos tiene que ver con enfado y desprecio.