Resumen
Cuando se habla de Justicia Restaurativa, automáticamente y especialmente en ciertos lugares como nuestro país, se relaciona con mediación y aplicada al sistema penal. Las diferencias entre mediación y justicia restaurativa serán análisis en otra columna porque ahora me gustaría centrarme en justicia restaurativa en sentido amplio para evitar que si la aplicamos solo al ámbito penal, nos quedemos cortos en el alcance y los beneficios de esta forma de ver y entender la justicia.
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Efectivamente la Justicia Restaurativa en sentido estricto es un nuevo paradigma de justicia, para responder al delito que se centra en el daño causado y las acciones requeridas para reparar este daño. Se trata de transformar el sistema de justicia penal pasando de la justicia retributiva a la restaurativa. Los delitos no sólo vulneran la norma creada por el estado sino que causan un daño a la victima y los ofensores deben tomar responsabilidad por su conducta, además se les debe dar una oportunidad para compensar el daño que han causado.
La Justicia Restaurativa en un sentido amplio y cultural, es una filosofía que busca transformar las bases de la injusticia y construir paz, y por supuesto no se limita exclusivamente al ámbito jurídico-penal. Con esta visión de la Justicia Restaurativa se trataría de ver y conocer las causas del conflicto y las consecuencias de estos hechos dañosos para promover una curación y recuperación de todos los implicados en el hecho no solo directamente sino indirectamente. Se basa en el dialogo y cooperación de todos (incluida la comunidad) para construir una sociedad más madura, justa y responsable, se actúa en diferentes escenarios: lugar de trabajo, vecindario, colegios….
Es buena tener en cuenta esta distinción para no empezar a construir la casa por el tejado sino por los cimientos, porque no sirve de mucho una justicia restaurativa en el área penal sino creamos esta cultura de paz, esta forma de entender la vida que es la justicia restaurativa o para otros las prácticas restaurativas. Esta filosofía de vida educa previniendo conductas violentas, fomenta como ya he dicho el dialogo y la comunicación como una forma más armónica de solucionar los conflictos de la vida diaria. Por eso, esta justicia en el ámbito comunitario y en las escuelas es esencial para que todos podamos empezar a aprender a abordar y enfrentarnos a los problemas de una forma no violenta. Esto al fin y al cabo, lo que hace es prevenir de forma inusitada futuras conductas delictivas, en definitiva si el objetivo de los gobiernos es lograr la prevención de los crímenes y la rehabilitación de los infractores, a través de esta justicia o más bien cultura se va a conseguir de una forma más eficaz.
(Y es que si el vecino, el estudiante….empiezan a generar empatía hacia sus semejantes, a ver que la violencia no genera más que violencia….es muy probable que haya menos delincuentes en la calle, cometiendo hechos delictivos)
Esto se consigue con una comunidad comprometida, que crea en sus posibilidades y que no de por hecho, que se debe dejar todo en manos de otros, pues la mejor forma de solucionar los problemas propios es participando activamente en su gestión. Esto no siempre es fácil y en algunos lugares cuesta bastante, sin embargo, tras mi visita a Ecuador, me he sorprendido gratamente al ver que sus ciudadanos, ya están concienciados con esta filosofía de dialogo, y con este querer participar activamente para lograr un mundo mejor donde vivir en paz. Por eso, en este país, ya tienen algo esencial para empezar con los programas de justicia restaurativa: tejido social. ¿Por qué digo esto? Muy fácil no sé si será porque vivimos un mundo lleno de estrés, en el que queremos hacer muchas cosas en poco tiempo, que no tenemos tiempo de pararnos a pensar en lo que ocurre alrededor, ya no nos preocupa conocer al vecino y mucho menos si tiene problemas, en el colegio con respecto a nuestros hijos en muchas ocasiones sucede algo similar….por eso la justicia restaurativa construye tejido social, transforma las relaciones entre todos los miembros de la comunidad, y si sucede algún problema sea o no delito, restaura los lazos quebrados por este hecho ( educando a hijos y jóvenes, procurando la sanación de los que ya han sufrido un hecho delictivo y evitando la escalada del conflicto)
Esta es la grandeza de la justicia restaurativa y esto es lo que más me impresionó durante mi estancia en Guayaquil (Ecuador), sus ciudadanos no han perdido este sentimiento restaurativo, que todos tuvimos en algún momento y que por el devenir de los tiempos, fuimos poco a poco olvidando, estas personas organizadas como Brigadas barriales de Seguridad Ciudadana saben muy bien qué es esta filosofía y como puede mejorar la vida de todos ellos y la de las futuras generaciones. Precisamente para cualquier persona que se dedique a este tema es muy importante ver ciudadanos tan concienciados y con este sentimiento de responsabilidad y madurez puesto que esto significa que es posible un mundo mejor y que realmente no estamos luchando contra “molinos de viento” igual que don Quijote. (que los ciudadanos ya se han dado cuenta de que tienen voz, que son escuchados, que su participación es importante y que lejos de ser victimas del sistema, de la sociedad, de la justicia y de sus gobernantes pueden recuperar el control de su vida y de su situación tanto personal como familiar y vecinal, sin dejar que todos sus problemas los resuelvan terceros ajenos a ellos). Por eso la Justicia Restaurativa, como he empezado esta columna es algo más que un forma de entender la justicia penal, es una forma de entender la vida que o bien crea tejido social o bien si este ya existe, como en Ecuador lo fortalece.
Empezando de esta forma no habrá ningún problema cuando se aplique esta justicia también al ámbito penal porque el ciudadano ya tendrá cultura y conocerá esta filosofía y ya habrá participado de ella sabiendo de buena mano cuales son sus muchos beneficios. Por eso, me gustaría agradecer la invitación a participar en este Congreso sobre Justicia Restaurativa que tuvo lugar en Ecuador, ya que esto no ha hecho sino reafirmar mi creencia de que a través de esta forma de entender la justicia y la vida, un mundo mejor ya no es una utopia sino que es posible y que por supuesto los ciudadanos son el pilar básico para ello.
Me gustaría acabar hoy con esta frase : “ paz antes que justicia, justicia después de una injusticia ”
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.