Resumen
La Europa sin fronteras podría tener los días contados. El anuncio del ejecutivo danés de reimplantar las ancestrales aduanas como medida de control ante “el incremento de los delitos transfronterizos” ha sorprendido muy negativamente al resto de Europa, en especial a la Comisión Europea que se reunirá en las próximas semanas para tratar la situación.
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La noticia se produce en un especial contexto político. El ejecutivo danés gobierna gracias al apoyo del partido minoritario de ultraderecha, el Partido Popular Danés (PPD), esta coalición lleva casi una década de alianza; a pesar de esto la actual crisis política del gobierno ha hecho que éste se vea obligado a aceptar las demandas del PPD si quiere volver a recibir su apoyo en los próximas sufragios de noviembre. Entre las demandas del dirigente ultraderechista Pia Kjaersgaard, se ha exigido diversas leyes migratorias, llegándose a reivindicar la prohibición de los canales televisivos musulmanes que dificultaban la integración de este colectivo.
La última de estas demandas ha surgido efecto y el gobierno ha acordado la implantación de fuertes medidas de control policial en las fronteras del país con Suecia y Alemania, especialmente con este último. El acuerdo entrará en vigor en dos o tres semanas. Entre las medidas se incluyen un aumento de efectivos personales y tecnológicos en las fronteras terrestres, marítimas y en los aeropuertos, tales como detectores de matriculas o escáneres corporales. El motivo manifestado por el gobierno es la alta incidencia del crimen organizado en el país; sin embargo la decisión aparece en un momento de continuas oleadas de inmigrantes en la Unión procedentes del norte de África. La decisión se ha hecho publica tras un comunicado del ejecutivo tan sólo unas horas antes de que se reúnan hoy los ministros de interior de los países miembros, con motivo de la propuesta de Francia e Italia de reforzar los controles transfronterizos. La noticia no ha sentado nada bien en el resto de Europa, y así lo han señalado varios gobiernos, como por ejemplo el de España, pero aun ha sido peor acogida en el seno de la Comisión Europea, desde donde se ha asegurado que es una decisión inoportuna e ilegal. La normativa de seguridad de la Unión se regula en torno al espacio común de libre circulación Schengen.
¿Qué es el espacio Schengen? Es un espacio de libre circulación para los residentes de la Unión Europea de 22 países de los 27 miembros, ya que Reino Unido e Irlanda no quieren formar parte y Rumania, Bulgaria y Chipre no han sido admitidos y 3 países extracomunitarios: Islandia, Noruega y Suiza. Este acuerdo firmado en 1985 une a más de 400 millones de personas y favorece el dinamismo económico entre los países miembros.
El acuerdo sólo permite intensificar los controles fronterizos en puntuales circunstancias como una emergencia, un evento deportivo, etc. Nada de esto tiene lugar. Pero la decisión de Dinamarca no marca un precedente, pues nos hace rememorar lo que ocurrió tan solo hace unas semanas, cuando Francia cerró sus fronteras a Italia ante la masificación incontrolada de tunecinos. El parlamento Europeo criticó la decisión de la Comisión Europea de ceder ante las exigencias de ambos países y replantear la situación del espacio de seguridad Schengen. Todos estos acontecimientos pueden ser tan solo hechos puntuales o por el contrario servir guía a las no olvidadas aduanas.
Alejandro Manso González
Criminólogo | Diplomado superior en Investigación Privada
alej.manso@gmail.com
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