París: la duda entre terrorismo y la excusa planeada

Resumen

Nota: Tal vez pueda parecer que este pequeño escrito busque justificar los actos sucedidos hoy en París. Para nada. Lo que este cúmulo de letras busca es despertar la duda y la reflexión sobre este suceso.

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Sucede que la civilización en ocasiones alcanza niveles de violencia que no logramos comprender, no damos crédito al salvajismo del que el humano es capaz de generar.

Hoy ha sido el turno de Paris, Francia, una serie de atentados han dejado el saldo de más de cien muertos y más de un centenar de heridos, el suceso impactó tanto en la sociedad global que bastó unas horas para que le diera la vuelta al mundo.

El Jefe de Estado francés, François Hollande, declaró: sabemos de dónde vienen y de dónde son. Los medios de comunicación han hecho una impecable labor al mantenernos informados acerca del terrible suceso, empero, es aquí, con la difusión informativa que comienza el verdadero problema. Me atrevo a decir que son cientos de miles las personas que se han posicionado en contra de este suceso, tachándolo de violento, deshumano, sangriento, inadmisible y demás calificativos que nos llevarían la noche entera enumerar.

Sabemos de dónde viene y de dónde son. No, yo no sé nada, no pertenezco a ningún cuerpo de inteligencia y no estuve en el momento del ataque, por consecuencia, no afirmo ni comparto lo que dijo el presidente francés. Aún con esto, hay algo que sí sé: los que serán declarados culpables. Es curioso, y en este aspecto quiero hacer énfasis, al parecer los servicios de inteligencia no lograron detectar con anticipación el terrible suceso que estremeció a toda Francia. Y no sólo me refiero a los servicios de inteligencia franceses, sino a los de naciones vecinas o aliadas, pues suelen celebrar convenios, donde establecen trabajar multilateralmente y compartir información de inteligencia, para así evitar hechos como los de hoy ¿será que alguna nación decidió  no avisar o realmente nadie detectó lo que estaba por venir? Si la primera interrogante es positiva, es alarmante pues, estaríamos ante la suposición de que este hecho era necesario por la búsqueda de un justificante para emprender acciones en contra de los supuestos actores de este crimen – ojalá fuera de tal manera, pero sabemos que por uno pagan todos; el Estado, al ser un ente abstracto, conducido por un reducido número de sujetos que buscan favorecer intereses individuales y corporativistas, generalizarán el hecho –. Hay información de que EE.UU y Reino Unido colaboraron al armamento de grupos radicales en Medio Oriente. Y EE.UU siempre ha financiado este tipo de grupos, no sólo en armamento, sino también en tácticas de combate, de espionaje, contraespionaje y técnicas subversivas, entonces no nos sorprendería descubrir quién está detrás de todo esto; aunque actualmente la situación geopolítica entre Rusia y EE.UU es reñida, por lo que no podemos adelantar un juicio, pues cada uno es tan culpable como el otro.

Si la segunda interrogante es cierta, no deja de ser igual de alarmante, pues año con año, las potencias mundiales invierten millones de dólares en servicios de inteligencia, lo que nos demuestra o que no son del todo efectivas o están al servicio de unos cuantos.

Fritz Sack fue uno de los máximos representantes de la teoría del etiquetamiento, que marca la transición entre la Criminología Positivista y la Criminología Crítica, marca en comienzo de cómo ciertos grupos minoritarios son estigmatizados como criminales, con el fin de perpetuar el sistema punitivo, actualmente vigente en casi todas las naciones. Su teoría esboza más una perspectiva crítica que positivista.

El ser humano ha encontrado, a modo de defensa, la herramienta del etiquetamiento; esto con el objetivo de salvaguardar el bienestar de una mayoría que cumplía con los estándares de la normalidad. Entonces a lo largo de la existencia humana, el individuo ha señalado un sinfín de sujetos, comunidades o sociedades enteras, que, a los ojos de éstos, los etiquetadores, dígase por ejemplo: los nazis, transgreden los valores y representan un peligro para la colectividad. Es así que a través de los siglos, el discurso político ha estado lleno de cientos de enemigos construidos en pro de salvaguardar los valores o bienes de una mayoría. Por ello los enemigos constituidos por el poder han sido las brujas, los afroamericanos, los científicos, los judíos, los homosexuales, los latinos, etcétera. Todo aquel que vaya en contra de la moral, los valores, la educación, la ideología, la religión, la cultura o  afecte un bien en particular como el trabajo y la economía, sirve para justificar la matanza y desaparición de este grupo minoritario.

¿Este acto será la excusa para desatar una guerra; a quién beneficia y a quién perjudica? Es posible que este terrible suceso sea el desencadenante de una invasión a Medio Oriente, donde seguramente perderán la vida miles de inocentes y otro millar más sean desplazados de sus hogares. Cuando se presenta un suceso de esta magnitud hay afectados en todos lados, hablando en presente, cientos de familias sufren en este momento las pérdidas de sus familiares en París, pero en un futuro, incierto aún, las consecuencias de estos actos pueden o serán fatales para miles de personas. Los beneficios están a la orden de los Estados-corporativistas, por lo que no podemos hablar de beneficios cuando el número de beneficiados es tan reducido y las acciones que se emprenderán son tan bestiales que no cabe imaginar la cifra de damnificados que dejará.

Le toca a los Islámicos ser criminalizados y esto no es nada nuevo, ya hace algunas décadas que estas personas sufren de pogromos y discriminación por sus creencias religiosas. Desafortunadamente, los medios de comunicación masivos ya comienzan a referirse como únicos culpables al Estado Islámico, a sabiendas que el Estado Islámico no es el culpable, sino los radicales fundamentalistas que buscan imponer su poder  y su verdad a través de la violencia. Independiente a esto, las relaciones entre Occidente y Medio Oriente siempre se han encontrado en una cuerda frágil, susceptible a resquebrajarse en cualquier momento, si las tensiones entre estas dos partes estaban en su cenit, este acontecimiento fue la gota de agua que rebalsó el vaso. El momento ha llegado. No hay radicales Islámicos, sólo hay un Estado Islámico culpable de todo, responsable de la sangre derramada en Francia, de las vidas arrebatadas y deben pagar. No importan los sucesos histórico-políticos que han bañado de desgracia al pueblo de Medio Oriente, hoy no hay diferencias, todos son iguales.

Los mass media señalan con una facilidad increíble al culpable, como si el incidente fuera un hecho aislado que no tendrá más repercusión que el llanto de los parisinos y el asombro de unos cuantos ¿habrán caído en el juego que las potencias mundiales esperaban, difundiendo el terror y generando el odio; o sólo son simples víctimas de la confusión que se vive en este momento tratando de informar? Eso es imposible de saber, no tenemos certeza alguna de que los medios, en este momento estén coludidos con los poderes mediáticos-políticos hegemónicos, sin embargo la experiencia nos dice que gran parte de estos han caído en el servilismo ante y para el poder político-corporativista, dejando de lado la ética periodística y la objetividad.

El propósito de este escrito no tiene más finalidad que hacer que el lector dude de este acontecimiento, reflexione el antes, el ahora y el después, vislumbre en este terrible hecho los sucesos histórico-políticos que han arropado a estos dos actores: Occidente y Medio Oriente. El lector deberá informarse, leer, investigar y sacar sus propias conclusiones, los mass media pueden servir de guía, pero no son la verdad absoluta. Como criminólogos esto nos demuestra que hay que reforzar nuestra capacidad de análisis y de crítica, no podemos andar por la calle pululando nuestro enojo cuando somos incapaces de ofrecer una opinión que cumpla con nuestro perfil, porque nosotros también somos actores sociales y sobre todo cuando ocurren este tipo de hechos marcados por la violencia; la gente se nos acercará, nos buscará y nos preguntará sobres este y otros hechos y deberemos dar una certera opinión, alejada de los prejuicios y cerca de la objetividad, porque solo así daremos pauta a que nuestra palabra y nuestra labor vaya tomando más importancia en la vida social y política; entonces, expresar con bases nuestra postura acerca de este tipo de hechos, contribuye al empoderamiento de la Criminología.

La Criminología no puede apartar la vista de su entorno, porque el entorno es su medio, su fuente y su equilibrio. Habrá así que conjugar la teoría con la realidad y la realidad con la teoría, la experiencia con la ciencia y viceversa. La criminología es, como todas las ciencias que alcanzan un progreso significativo, cuestión de equilibrio, entre teoría y praxis.

Según los medios, van 153 muertos, 7 atentados y contando…     

Bibliografía

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