Resumen
“La historia se repite en Burgos, los detalles que van descubriéndose sobre la muerte de Eduardo Valgañon, tras la agresión sufrida el domingo de madrugada en Belorado. La autopsia reveló una fuerte contusión en la cabeza como consecuencia de la caída del joven contra el suelo tras recibir un puñetazo de un ciudadano rumano”.
Esta es una noticia que puede aparecer en cualquier periódico, de cualquier ciudad, quizá en una ciudad pequeña como Burgos, tiene más impacto porque todos casi nos conocemos, pero no deja de ser una historia más, tras la cual queda un reguero de víctimas sin consuelo.Son victimas que necesitan ayuda porque se enfrentan, no sólo a la muerte violenta de un ser querido sino a un más que probable aislamiento y sentimiento de incomprensión, porque por más que tengan un montón de gente a su lado, sentirán soledad, que nadie puede ponerse en su lugar. Por esto mismo, cuando hablamos deJusticia Restaurativa, decimos que esta justicia a todas luces, más humana y cercana, ayuda a la reinserción del infractor pero también de la víctima y en cierta medida de la comunidad ¿Por qué?
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La posible ayuda a la reinserción del delincuente es entendible en el sentido de que si este infractor que ha dañado una persona, se da cuenta y asume su responsabilidad, es más probable que no vuelva a hacerlo. Pero y ¿la víctima y la comunidad? Esto quizá pueda ser más complicado de explicar, pero es algo así: cuando alguien de nuestra comunidad, de nuestro entorno ha sufrido un delito, todo nuestro mundo se ve amenazado, nos gusta pensar que vivimos en un mundo ideal, o al menos “casi ideal” y que los delitos son algo lejano que vemos en televisión y que nunca jamás nos va a pasar a nosotros. El problema es cuando la tragedia roza a alguien cercano, de nuestra ciudad, pueblo, vecindario…nuestra perspectiva de una vida ideal se quiebra, perdemos nuestro sentimiento de seguridad ( en cierta manera somos victimas indirectas también) entonces somos muchos los que automáticamente pensamos ( y me incluyo yo) : “si le han matado, será porque andaba en algo no muy legal”, “la culpa la tienen los padres, que siendo menor la dejaron salir de noche”, “ es que a quién se le ocurre estar a esas horas en esos lugares…” , son mecanismos de defensa que intentan en cierta manera justificar, el porqué del delito echando parte de culpa a las propias víctimas. Esto que es algo humano, puede hundir aun más a las víctimas. Al trauma y la tragedia, parece que se les une el estigma y la vergüenza de haber sufrido un delito y esto jamás debemos permitirlo o al menos es nuestra obligación mitigarlo. Kathleen O’Hara, perdió a su hijo asesinado durante un robo, durante el tiempo que estuvo desaparecido hasta que apareció su cuerpo, tuvo que escuchar que su hijo quizá estaba metido en asuntos “turbios”. Esto la supuso un schock y según cuenta ella, se dio cuenta que las personas necesitan justificar estos delitos violentos para evidentemente, no “romper el mundo ideal en el que creen vivir”.
Yo diría que es como si quisieran creer que el delito y la violencia pueden ser controlados, si uno se mantiene alejado de problemas. Por eso, la Justicia Restaurativa ayuda a las víctimas a comprender y rescribir su historia, incorporando el delito sufrido como un aspecto más, algo que obviamente no se va a olvidar pero que poco a poco se irá recordando sin el dolor, la vergüenza y el estigma de los primeros momentos. Por mucho que estas victimas, puedan sentirse acompañadas, el sentimiento de aislamiento que sienten en su “historia”, debe ser manejado para poder superar toda la maraña de sentimientos encontrados que surgen de sufrir un delito (especialmente si es la muerte de un ser querido). Necesitan para esto sentir que la sociedad está con ellos, no solo de palabra sino también de corazón y quizá también la comunidad y los más cercanos a ellos, deberían participar en este proceso restaurativo para que así puedan también aprender o más bien comprender, que estas cosas trágicas pueden pasar y en ningún caso las victimas son culpables. En este sentido la Justicia Restaurativa, facilita la reinserción y reintegración de las personas que han sufrido un delito de nuevo a la sociedad. También esta justicia intenta fortalecer a la comunidad para evitar perjuicios futuros y si se vuelven a dar delitos, algo realmente inevitable puedan comprenderlo, asumirlo y ayudarse, así crearíamos una sociedad más madura, responsable y segura.
La Justicia Restaurativa también facilita la reagrupación de lo que ha dividido, en este caso es esencial que el rol de víctima no sea vitalicio, no puede ser que una persona sea recordada de por vida, se la señale por la calle, como aquella víctima de aquel delito. Esto es importante porque sino nunca podrán hacer su vida relativamente normal y nunca podrán recuperar el “control y el poder sobre su destino”. Así una victima de un delito grave decía: “al final el juez le dijo: has destrozado su vida. Pero no lo había hecho y quería decirlo, y gritarlo: no me has destruido. Pero no tuve oportunidad durante el juicio”
Esto es importante para alguien que sufre un delito, sentir que puede recuperar el poder sobre su vida, sentir que pueden recuperar el control y que en cualquier momento dejaran de llevar “colgada la etiqueta de víctima”. La víctima del ejemplo se reunió con el infractor durante un proceso restaurativo, años después de haber sufrido el delito, él estaba en prisión y el encuentro no supuso para él, beneficios penitenciarios, pero ayudó a la victima y en cierta medida facilitó el remordimiento del delincuente, lo que supuso una preparación para su futura vida en libertad, queriendo no volver a delinquir.
Esta es una forma de ayudar a las victimas y en muchas ocasiones también al delincuente, a través de la justicia restaurativa, pero cada vez somos más los que creemos que los servicios de Justicia Restaurativa pueden ayudarlos, aun sin este encuentro restaurativo a corto o medio plazo. Por eso los facilitadores de estos procesos (no hablo de mediadores) más que habilidades propias del mediador, o al menos no solo esas, es esencial que conozcan como impacta el delito en las victimas y como ayudar a que superen el trauma. Estos Servicios de Justicia Restaurativa, deben por tanto estar en colaboración con otros expertos, para así hacer un abordaje más integral, de cómo tratar el delito y sus víctimas. Y es que nuestro proceso penal, no escucha la voz de los que sufren el delito, y la Justicia Restaurativa no solo las escucha, sino que valora su opinión como esencial , porque quién mejor puede expresar lo que conllevó y supuso el delito que la propia victima.
Esta justicia no es mediación, no supone una alternativa a la condena, no es una forma que tiene el delincuente de ver reducida su pena, si muestra cierto remordimiento, no les va a ayudar a escapar del castigo. La justicia restaurativa es un proceso diseñado para las victimas y si no las funciona debe entonces concluir. Esta justicia ayuda a que sus necesidades se vean atendidas de una manera más rápida, eficaz, humana y satisfactoria. Es una justicia que está por y para las victimas, de ahí que la mejor forma de regularla es introducirla en normas sobre derechos de victimas de crímenes. Por eso es necesario que las asociaciones de victimas, de cualquier delito, sin distinción, conozcan realmente qué es la justicia restaurativa en toda su extensión y así puedan sentirse cómodas con ella y confiadas en que podrán solicitar el acceso a esta justicia en cualquier momento del proceso.
Esto no impide que también se ayude a destruir el patrón destructivo de la conducta del infractor, obligándolos a enfrentarse cara a cara, si es posible, con el daño físico y moral que han ocasionado. En este sentido, por eso también les ayuda a rehabilitarse, reduciendo la reincidencia.
Aprovecho para deciros que esta semana es la semana de la Justicia Restaurativa, algún día no tendremos que celebrarla porque será parte esencial de nuestras vidas.
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.