Resumen
La normativa en materia de tráfico y seguridad vial exige la obtención previa de una autorización administrativa para poder conducir un vehículo a motor. A pesar de ello, son numerosos los estudios que atribuyen al factor humano como responsable de entre el 71% y el 93% de los siniestros viales. Este dato nos lleva a replantearnos la eficacia de las pruebas que, en la actualidad, se realizan para obtener o renovar el permiso o licencia de conducción, especialmente aquéllas que hacen referencia a las condiciones psicofísicas del conductor, pues son las que deberían detectar las diferentes patologías y los rasgos de personalidad de los conductores que mayor peligro potencial pueden suponer para la seguridad vial. Un modelo de prevención primaria centrado en el conductor , basado en un filtrado más específico que permita detectar niveles nocivos de determinados rasgos de personalidad asociados a la conducción agresiva y de riesgo, permitiría –mediante un seguimiento más próximo y continuado– una gestión más efectiva de su peligrosidad.
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Profesional de la seguridad pública, gracias a la Criminología he descubierto una perspectiva científica, más transversal, integral y enriquecedora del panorama delictivo.Un universo de conocimiento del cual, ahora que me he subido, no quiero bajarme.