Tabla de contenidos
Basado en una investigación de Jorge Ramiro Pérez, Javier Merino, Paula Arnay, Irene Bachiller, Cristina Domingo, Joaquín Gamero, Jorge García, Maddi Suárez y Carlos Mediero[1].
Agradeceros a todos el tiempo que os tomasteis en contestar a la encuesta y a la entrevista y abrir una ventana a vuestra realidad.
Dedicado a todos los hombres y mujeres que trabajan en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o sueñan con hacerlo. Mi profunda admiración por vuestra vocación y entrega.
1. Introducción
El estudio de la cultura policial y el policing posee una amplia trayectoria en países angloamericanos. Existen también centros de estudios policiales, que colaboran con investigadores, pues el fenómeno delictivo se entiende como un mosaico en el que deben participar todos los involucrados en la realidad objetiva y subjetiva del delito (ver SIPR, 2016).
En España esto no ocurre así, los cuerpos policiales (bajo el imperio de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en adelante LOFCS) han proyectado una identidad opaca, presentándose como servidores del público y la sociedad pero alejados de investigadores y académicos. Sin embargo, como resultado del “embate de las nuevas tecnologías” (Pérez Suárez, 2016) y la intersección de la esfera cultural y bio-psico-social en el tejido sistémico y omnicomprensivo del cyborg los cuerpos policiales parecen haber sufrido una suerte de “apertura digital”. Desde la cuenta oficial de CNP (@policia), pasando por cuentas personales de miembros de diferentes FFCCS, vídeos de Youtube, y la proliferación de una comunidad de opositores en redes como Twitter , Facebook o Instagram han puesto de manifiesto una suerte de trisomía de identidades policiales: la meta-identidad policial (o ideología) que representaría los valores y creencias forjados por la ley y por la institución (Zizek, 2008), la proto-identidad policial como la construcción simbólica de la identidad policial por aquellos aspirantes a ser miembros de estos cuerpos. Finalmente, la que podríamos bautizar como meso-identidad policial, aquella que proyectan los miembros individuales de estos cuerpos que se intuye como una intersección entre la intra-historia de cada uno de ellos, la meta-identidad institucional y como un desarrollo de la proto-identidad.
En este estudio se tratará de presentar una comparativa de las tres identidades en la medida en que sean discernibles o formen un complejo entramado axiológico facilitado por figuras de fuerte poder totémico (Freud, 2012) y una atalaya institucional (Foucault, 2012).
La pegunta de investigación que se trata de responder es: ¿cuáles son las narrativas comunes en la construcción de la identidad policial en España? Siendo nuestro objetivo general conocer las diferencias y similitudes entre las mencionadas meta-identidad, proto-identidad y meso-identidad, junto a esto y como objetivos específicos buscamos establecer una comparativa entre los elementos de la cultura policial de Reiner (2010), acercarnos a la percepción del trabajo policial por parte de opositores y policías en activo, escuchar “las voces” de nuestra muestra y finalmente conocer aquellos elementos simbólicos más significativos en el trabajo policial.
2. Ideo-normatividad policial: la cultura policial en España y la ley como ideología
Según Reiner (2010) “La Policía en las democracias liberales modernas afronta presiones básicas similares que forman una cultura distintiva y característica” (p.116)[2]. Esa cultura policial sirve para dotar de sentido y congruencia a las intersecciones entre la identidad colectiva e individual de sus miembros. Se genera, según Reiner (2010), una trasmisión de normas formales e informales en continuo cambio y reinvención. Los elementos temáticos esenciales de esa “cultura policial” son:
- Misión-Acción-Cinismo-Pesimismo
- Sospecha
- Aislamiento / Solidaridad
- Conservadurismo
- Machismo
- Prejuicios raciales
- Pragmatismo (Reiner, 2010, pp.118-132; también Rowe, 2010, p.102 citando Reiner, 2000)[3]
El perfil temático de la identidad del policía según estos elementos: una persona movida por un sentimiento de misión de defensa de las víctimas frente a los infractores, con una visión cínica y pesimista de la vida fruto de su trabajo, así como una tendencia al establecimiento de causalidades y suspicacias. Una persona con gusto por la acción y que disfruta del duelo delincuente/policía, encargada de gestionar la bajeza de la sociedad. Además, se trata de personas que por las particularidades de su trabajo no pueden establecer relaciones sociales adecuadas y necesitan forjar un sentimiento de hermandad con otros miembros del colectivo. Son personas políticamente conservadoras, machistas y más centradas en lo práctico y lo fáctico que en lo teórico.
Una vez definida la cultura policial y sus elementos, es necesario hablar de ideología. Indica Zizek (2008), desde una asunción marxista:
El propio concepto de ideología implica una suerte básica de ingenuidad fundamental: el error en la identificación de sus propias presuposiciones, de sus propias condiciones efectivas, una distancia, una divergencia, entre la así llamada realidad social y nuestra percepción distorsionada, nuestra falsa consciencia de ella. (p. 24)[4]
Junto a esto, Zizek (2008) también reflexiona sobre la idea de la relación entre la ley, la autoridad y la ideología (p. 25). Según el autor mencionado, la ideología es una fantasía social y los conceptos de autoridad y ley se basan esencialmente en la obediencia externa (obedecer porque debe hacer, porque es norma). Esta concepción ideológica de la norma (social, artificial, consensual, imperativa) encaja con la filosofía dimanante del marco normativo español en materia de regulación de la labor policial. La LOFCS reza en su artículo 5.1.a.):
Son principios básicos de actuación de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad los siguientes: Ejercer su función con absoluto respeto a la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico.
Es por ello, que la conceptualización ideológica de la institución se centra en un fetichismo normativo que parte de la idea radical de que el derecho es justo per se. Esa misma idea se reitera en el artículo 5.1.d) que prohíbe ampararse en la obediencia debida para llevar a cabo órdenes contrarias a la constitución o al ordenamiento jurídico.
3. Un estudio de métodos mixtos
El estudio se planteó siguiendo un diseño de métodos mixtos de tipo secuencial exploratorio (Creswell, 2015). La toma de datos de tipo cualitativo antecedió a la de tipo cuantitativo, pues era necesario explorar el fenómeno y obtener un conocimiento aproximado de las diferentes realidades. En términos prácticos el estudio comenzó con una serie de entrevistas semi-estructuradas (Bryman, 2012, pp. 469-497). Se tomó la decisión de utilizar únicamente una muestra de opositores a la Policía Nacional y policías nacionales en activo. Los demás cuerpos fueron descartados por cuestiones de tiempo y acceso.
A la hora de preparar las entrevistas se eligieron una serie de temas relativos a la identidad policial, así como una serie de conceptos que invitasen a la reflexión de los entrevistados. No se realizaron preguntas cerradas, la entrevista debía fluir sin ningún tipo de duración predeterminada o constricción, adaptándose a la realidad del entrevistador/entrevistado y respetando las cuestiones éticas relativas a la investigación social[5]. Los siete elementos de la cultura policial de Reiner (2010) deberían aparecer en todas las entrevistas junto con discusiones relativas a religión, política, el bien y el mal, la actualidad social española y preguntas sobre el significado de ser un policía. Se preguntó a todos los entrevistados por los tres valores que consideraban esenciales para ser un Policía. Además de estos bloques temáticos, se decidió incluir la pregunta relativa a los animales (¿con qué animal te identificarías?), así como superhéroes debido a la preponderancia que parecían tener en manifestaciones vertidas en redes sociales por parte de los miembros u opositores a estos cuerpos[6]. También se confrontó al entrevistado con las afirmaciones “perros del poder” y “ángeles custodios” para comprender su posición frente a la presentación dicotómica de la labor policial por parte de políticos, fuerzas sociales y medios de comunicación. La muestra se eligió en base a un muestreo no probabilístico de conveniencia y bola de nieve (Bryman, 2012, pp. 201-204).
Tabla 1. Listado de entrevistados (N=14)
Con la información obtenida en las entrevistas se diseñó la encuesta on-line (Anexo I), eligiendo aquellos valores policiales (de tipo competencial o moral) más repetidos en las entrevistas para ser valorados como escalas Likert puntuables entre 0-5. Los valores policiales que se convirtieron en variables para la encuesta fueron: cultura física, igualdad entre hombres y mujeres policías, sacrificio, disciplina, responsabilidad, profesionalidad, trabajo en equipo y patriotismo. También se volvió a utilizar la idea de ofrecer a los encuestados con la afirmación ángeles custodios. Finalmente, se introdujo un elemento inesperado que surgió de las entrevistas: “Indique su grado de acuerdo con la siguiente afirmación: Los coches patrulla deberían estar formados por hombres o por hombres y mujeres, pero no solo por mujeres.” como un indicador de machismo. Además, se incluyeron preguntas demográficas como sexo, edad, adscripción (policía u opositor) y preguntas de posicionamiento religioso y político. La encuesta se distribuyó a través de redes sociales con todas aquellas amplitudes e inconvenientes de este tipo de instrumento (Hooley, Wellens y Marriott, 2012). También se incluyeron las preguntas relativas a animales y a superhéroes. Finalmente, se introdujo una pregunta abierta en la encuesta: “Por último, para usted, ¿qué es ser policía?”. Después de diferentes recodificaciones se trabajó en SPSS con 20 variables.
En el diseño del estudio de métodos mixtos, no se otorgó ninguna jerarquía (dar más valor) entre la faceta cuantitativa y la cualitativa, más que la que indica la secuencia temporal. Es por ello que el análisis se presentará de forma integrada y convergente. Si bien es cierto que se requirió de un pre-análisis de las entrevista para poder diseñar la encuesta. Indicar que la encuesta no se trató de un instrumento cuantitativo en puridad (no solamente porque recoge respuestas abiertas) sino porque está más orientada a recoger realidades puramente subjetivas. Según Bryman (2012), la división entre cuantitativo y cualitativo puede resultar maniquea (pp. 614-625) lo que facilitó la integración epistemológica de ambos elementos (Creswell, 2011; Creswell, 2015).
Indicar que se obtuvo N=1.035, siendo un 82,4 % opositores y 17, 4 % policías en activo. En cuanto a sexos 74,7 % hombres y 24 % mujeres. Sobre sus creencias políticas: un 17,3 % se considera indiferente, un 22, 5 % participativo y un 56,7 % interesado. Por otra parte, en cuanto al aspecto religioso: un 42, 3% se declara no creyente, un 48, 1 % creyente no practicante y un 8,7 % creyente practicante. La media de edad es de 27,06 años.
4. Resultados y discusión
Animales policiales
En cuanto a animales, se creó una variable específica que recogiese los seis animales más frecuentes y aglutinase los demás en la categoría otros (Figura 1).
Figura 1. Frecuencia de animales más escogidos
El perro se sitúa en el puesto primero como animal más escogido (seguido de león y lobo). Podría teorizarse que desde un punto de vista proyectivo, estos animales representan características socialmente deseables como la nobleza o la fuerza.
La lectura primaria que cabría dar a estos animales sería la proyectiva ya que se plantea ¿con qué animal te identificarías? En los siguientes extractos, algunos entrevistados hablan de su elección de animales (guepardo y leones):
[sobre el guepardo]Yo siempre he sido muy de felinos, me parece que la velocidad, estar todo el día tirado y ponerse a 105. (Alberto, opositor)
[sobre el león] Pues relacionado con este tema, pues eso, por el coraje, la perseverancia, la fuerza y el valor. (McNulty, opositor)
Porque el león, como dice, es el rey de la selva y es el que más o menos establece los límites. (Arcángeles, policía)
[sobre el león] A pesar de ser un animal que se considera agresivo realmente es uno de los pocos animales que ataca pensando, solo ataca cuando tiene la necesidad… Yo creo que en cierta parte soy así. (Nebet, opositora, énfasis añadido)
En los casos de Alberto, McNulty y Arcángeles (usados a modo de ejemplo) no se explicita si se expresa a modo de desiderata, en el caso de Nebet sí se expresa la identificación con las cualidades presentadas.
En segundo lugar, una lectura totémica la que podría arrojar sobre el significado de estos animales[7]. Según Freud (2012, p.3) el tótem es esencialmente un animal que sirve para aglutinar a la tribu. El tótem sirve como protector y guía y es reverenciado en actos tribales colectivos. Lo relevante de esta visión psico-antropologica reside en los vínculos fraternales que se forjan entre todos aquellos unidos por el tótem, más allá de las fronteras del tiempo y del espacio y que mucho tiene con elementos de la cultura policial de Reiner (2010) como aislamiento/solidaridad. A pesar de ello, la imagen de clan policial no debería haberse formado en toda su profundidad en opositores. Si bien, en base a la idea de “proto-identiad policial” ya mencionada, podríamos hablar de una conexión aspiracional. Hemos mencionado proyección, a contrario sensu, Jung (2009) pone de manifiesto los “actos de introyección”(p.45) (no desde la psique hasta el exterior, sino del exterior a la psique) al hablar de inconsciente colectivo y arquetipos. Vaticina el autor que “descubriremos que las cosas más valiosas y elevadas ya han sido dichas hace mucho en el lenguaje más bello” (Jung, 2009, p. 29). Es decir, todas las vivencias simbólicas de la humanidad ya han ocurrido y volverán a ocurrir a través de manifestaciones icónicas recurrentes. La “cultura policial” parece, de algún modo, crear un “inconsciente colectivo policial” con un amplio catálogo de imágenes, artefactos y lenguajes.
Valores policiales
Los valores policiales tratados como variables en la encuesta parecen formar un constructo axiológico coherente. Lo cual queda reflejado en el alto valor de las correlaciones (Anexo II: Tabla 3) entre las variables. A modo de ejemplo, disciplina y sacrificio tienen una correlación muy alta (r=0,51; p<0,01) del mismo modo que trabajo en equipo y profesionalidad (r=0,60; p<0,01). Las variables que menos correlacionan de manera significativa con otras variables son las relativas a la igualdad de hombres y mujeres policías y a la presencia de mujeres policías en coches.
Las medias de las escalas que reflejan los valores policiales son las siguientes (Tabla 2)
Tabla 2. Estadísticas descriptivas de valores policiales
Media (importancia o grado de acuerdo, Max=5) | Desviación Típica | |
Cultura física | 3,96 | 0,85 |
Igualdad | 4,31 | 1,09 |
Sacrificio | 4,49 | 0,86 |
Disciplina | 4,60 | 0,70 |
Responsabilidad | 4,65 | 0,63 |
Profesionalidad | 4,75 | 0,64 |
Trabajo en equipo | 4,77 | 0,56 |
Patriotismo | 3,16 | 1,30 |
Machismo | 2,05 | 1,83 |
Ángeles custodios | 4,02 | 1,13 |
Analizando las estadísticas descriptivas (Tabla 2) podemos mencionar que, para la muestra, la variable más valorada es la importancia del trabajo en equipo (M=4,77), seguido de profesionalidad (M=4,75). Contrariamente a lo inicialmente esperado, el patriotismo es valorado de manera inferior al resto (M= 3, 16) y la cultura física tampoco alcanza puntuaciones tan altas (M=3,96). Las valoraciones del trabajo en equipo, la profesionalidad y la disciplina parecen estar alineadas con la visión totémica (clan) y con lo referente a al elemento de aislamiento/solidaridad de la “cultura policial”.
La pregunta: “Indique su grado de acuerdo con la siguiente afirmación: Los coches patrulla deberían estar formados por hombres o por hombres y mujeres, pero no solo por mujeres” (con la que los encuestados están muy poco de acuerdo, M=2,05) surge de la primera entrevista realizada:
Por ejemplo, es obligatorio, no creo que la palabra sea obligatorio pero casi una orden, dos mujeres no pueden ir juntas en un Z [vehículo policial] .Tiene que ir un hombre y una mujer o dos hombres. (McNulty, opositor)
Esta afirmación resultó tan llamativa que, dada la naturaleza exploratoria y semi-estructurada de las entrevistas se acabó preguntando a todos los entrevistados y posteriormente se añadió como una variable de escala en la encuesta.
Una mujer policía entrevistada, después de sorprenderse ante lo anteriormente manifestado, añade:
Pues me parece una tontería, porque al final el Z, lo que más hace son intervenciones que se resuelven todo hablando y simplemente con la presencia policial ya está. Entonces, lo considero algo machista. (Policía 2, policía)
Por otra parte, en relación con la cultura física, las entrevistas parecen tejer una cosmovisión:
No, el culto al cuerpo no tiene que ver con la policía, el culto al cuerpo parece que lo llevan los jóvenes en sí, en su idiosincrasia; los policías jóvenes tienen que estar preparados porque tienen que estar todos los días pegando contra adversidades… (54960, policía)
Se podría comparar, a modo de ejemplo, con lo indicado por un opositor varón de veintiséis años:
Hago deporte a diario. Porque a diario voy al gimnasio, a diario salgo…a correr… (Anfitrión, opositor)
Pero es cierto que, no tienen que ser cuerpos esculturales [los policías], pero sí que por lo menos estar en forma, un mínimo de condición física sí que creo que hay que tener. (Anfitrión, opositor)
Se suscita una reflexión necesaria sobre la “anatomía política” y “la mecánica del poder” (Foucault, 2012, p. 160). El policía, como agente del control social, que ejerce su poder sobre el cuerpo y a través del cuerpo (por ejemplo, una detención o una persecución que supone un sometimiento físico). Del mismo modo, el cuerpo del propio policía debe estar preparado para ejercer ese sometimiento o canalizar el poder de la institución. Para ello, el opositor, debe sufrir una serie de alteraciones físicas. Es aquí donde la alta valoración de la disciplina podría entenderse desde la perspectiva del “cuerpo dócil”.
Segunda mitad del siglo XVIII: el soldado se ha convertido en algo que se fabrica; de una pasta informe, de un cuerpo inepto, se ha hecho la máquina que se solicitaba… una coacción calculada recorre cada parte de su cuerpo… (Foucault, 2012, p. 157)
Profundizando más en esta idea (y partiendo de las palabras de 54960) tal vez no sea una exigencia de la Institución, sino del propio tejido moral de la sociedad en el que la fabricación del cuerpo se exige a los jóvenes como una necesidad cultural. De este modo, los jóvenes (policías o no) se convierten en agente y producto, en consumidor y consumidos de sí mismo y de otros (Bauman, 2000; Lipovetsky, 2005).
Realizando pruebas T para comparar las medias de las variables de valores policiales entre sexos y entre adscripciones (es decir, diferencias en la valoración por parte de opositores y policías) descubrimos lo siguiente:
- Entre sexos son únicamente significativas las diferencias entre las medias de las valoraciones de igualdad [t (1.016)=- 7, 78, p<0,001], machismo [t (1.014)= 2,10, p<0,05] y disciplina [t (1.014) = -2,28, p<0,05]. Las mujeres creen más (siendo la diferencia significativa) en la igualdad de las mujeres en el cuerpo policial [M Hombres = 4,16, n= 771 ; M Mujeres = 4, 76, n =247], creen más en el valor de la disciplina [M Hombres = 4,57, n= 770 ; M Mujeres = 4, 68, n =246] y están menos de acuerdo con la afirmación relativa a que dos mujeres no deberían estar nunca solas en un coche patrulla [M Hombres = 2,12, n= 769 ; M Mujeres = 1,85, n = 247]. Por lo demás, las valoraciones de hombres y mujeres son altamente similares.
- Entre adscripciones (policías y opositores) todas las diferencias de medias son significativas con las excepciones de las relativas a estar de acuerdo con la afirmación sobre los ángeles custodios y la importancia del patriotismo. Esta diferencia se manifiesta dado que los opositores tienden a puntuar más alto todos los valores policiales. Las diferencias más llamativa resultan las relativas a disciplina [ t (1.026)= 10,82, p<0,001; M Opositores = 4, 70, n= 849; Media Policías = 4,11, n= 179 ], seguida de sacrificio [ t (1.027) = 8, 90, p<0,001; M Opositores = 4, 59, n= 850 ; Media Policías = 3, 99, n= 179] y de profesionalidad [ t (1.025) = 8,20, p<0,001; M Opositores = 4, 82, n= 849 ; Media Policías = 4,40, n= 178 ].
Nótese como en ambos casos las muestras están algo desequilibradas (Field, 2009), pues el número de opositores es mucho mayor que el de policías y el número de hombres mucho mayor que el de mujeres[8].
En cuanto a las comparativas de medias entre las variables politómicas religión y posicionamiento político podemos mencionar lo siguiente:
- En lo relativo a la religión, encontramos diferencias significativas en las medias de cultura física, igualdad, sacrificio, profesionalidad, trabajo en equipo y patriotismo. En patriotismo [F (2, 1017) = 27, 65, p<0,001] es el grupo de creyentes practicantes el que valora más la importancia del patriotismo. En los demás valores policiales esta situación cambia[9].
- En lo relativo a posicionamiento político, únicamente el valor policial cultura física [F (2, 993) = 4, 20, p<0,05] presenta diferencias significativas, siendo valorado más alto por los encuestados políticamente participativos. No existen datos para teorizar las razones detrás de estos resultados.
A modo de conclusión, los opositores parecen tener una visión más sublime y romantizada de la labor policial. Las mujeres, por otra parte son más tendentes a otorgar mayor importancia a la igualdad entre hombres y mujeres dentro del cuerpo. Además, el hecho de encomendarse a una teología o no, no influye en la valoración de la importancia de los valores policiales. Estos resultados plantean un debate necesario sobre la retroalimentación existente entre la moral, el derecho, la religión y el poder. Ello no quiere decir que, a modo de ejemplo, los encuestados creyentes[10] tengan una valoración más bondadosa del trabajo policial, sino que ambos sistemas de valores (el religioso/no religioso y el policial) parecen mantener algún tipo de relación.
En cuanto a la política, se encuentran en las entrevistas reflexiones sobre la situación actual plagadas de desencanto sobre la política y sus actores por parte de los opositores “de todos los que hay ahora ninguno me da la suficiente confianza para votarles” (Alberto, opositor), McNulty (opositor) afirma su interés y curiosidad por los partidos emergentes:
Quizá Podemos ilusionó más y después, a mí personalmente, me ha ido desilusionando un poco, quizá ha sido un partido muy de izquierdas y un poco controvertido con algunas historias. Ilusionaba en cuanto a la caña que le daba a la casta política pero quizá me ha tocado más la fibra por el tema policial
En una línea similar:
Pero sí que es verdad que se ha notado cómo se está llevando ahora un periodo de cambio en el cual se está viendo que la vieja política que existía antes del amiguismo, del caciquismo y que despiertan esos valores tan casposos pues actualmente se están destruyendo esos muros para venir gente nueva y al parecer aportar nueva política. (Juanito, opositor).
Sin embargo, la visión de los policías difiere “lo que es en política yo creo que la Policía no tiene por qué tener una identidad política”(Arcángeles, policía), “de política por mi profesión me abstengo”(54950, policía). Recordemos que el artículo 5.1.b) de la LOFCS exige imparcialidad política.
Es menester manifestar como la información parece contradecir el elemento relativo al conservadurismo político del que habla Reiner (2010). Por una parte, los datos de la encuesta no establecen patrones o relaciones en lo relativo a estos posicionamientos. Junto a esto, de las entrevistas parece desprenderse un descontento político generalizado entre los opositores y una imparcialidad ex lege por parte de los policías.
Otra reflexión fundamental que debe hacerse es la posible existencia de un sesgo de deseabilidad social (Fisher, 1993). Es decir, que los entrevistados y encuestados contesten (por ejemplo en materia de sexismo o política) aquellas cuestiones que se estimen como socialmente correctas o las aprendidas a través de su formación policial.
Vida policial
De algún modo u otro todos los elementos anteriores convergen en grandes temas que estructuran y dota a la identidad colectiva formada bien sea una cultura, una idea totémica, un arquetipo, una ideología o una manifestación del poder/bio-poder.
Una vez se analizan en conjunto las entrevistas y las respuestas abiertas de la encuesta (“¿qué es ser policía?”) se pueden encontrar cuatro temas sobre el trabajo policial y la ontología policial.
El sueño azul
Este tema solamente aplica a los opositores, que entienden el trabajo policial como un sueño, una aspiración que da sentido a sus vidas y que justifica toda una serie de sacrificios que suponen:
- Aislamiento social
- Aislamiento familiar
- Rutina de trabajo constringente
La vida del opositor queda reducida a estudiar y entrenar. Sin embargo, la recompensa es mucho mayor que el esfuerzo ya que el trabajo policial representa un entramado de valores sublimes y trascendentes:
Tener unos principios elevados sobre el bien, el honor, la integridad, el sacrificio,… Y actuar conforme a ellos. Ser la tranquilidad y el muro que protege al ciudadano, aunque el ciudadano no lo sepa (Respuesta anónima 7, opositor)
Sería un sueño. Saber que puedes ejercer la profesión con la que llevas soñando mucho tiempo es la mayor alegría que se puede tener. Trabajar con pasión y entusiasmo es lo mejor que te puede ocurrir, puesto que tu trabajo se convierte en diversión. (Respuesta anónima 11, opositor)
Un trabajo como otro cualquiera
En este caso, el trabajo policial es comprendido como un trabajo que proporciona un sustento necesario o una estabilidad económica. No puede demostrarse que se trate de una visión desencantada o cínica, ni que suponga una concepción de los valores y la “cultura policial” menos taumatúrgica que la que se expondrá en el punto apartado siguiente:
14 pagas (Respuesta anónima 188, policía)
Un trabajo (Respuesta anónima 375, opositor)
Con estabilidad por haber encontrado el trabajo y sobre todo que yo creo que siendo funcionario y siendo policía se puede compaginar muy bien con lo que quieras hacer después (Anfitrión, opositor)
Este tipo de aseveraciones parece encajar más con el elemento pragmático de la “cultura policial” de Reiner (2010) que con el relativo al cinismo y el pesimismo.
Una forma de vida
En este caso el tema parece hacer referencia al elemento misión de Reiner (2010): una misión que supone la defensa de la víctima y la lucha por el restablecimiento del control social. En este caso, puede observarse como la mitificación de la actividad policial (más presente en opositores, como viene mencionándose) alcanza un humanismo hondo y ferviente. Aunque existe en algunos un componente de cinismo, la entrega al ciudadano y el acercamiento mítico a la misión parecen justificar esos momentos agrios o amargos. En definitiva ser un policía se construye como un alejamiento (trágico aunque épico) de la “mera humanidad” ya que requiere unas características morales muy determinadas. También aparece en algunos casos, la idea del héroe moderno o la del superhéroe de carne y hueso:
Vivimos los peores o mejores 20 minutos de una persona, aunque en realidad más los peores… (Respuesta anónima 754, policía)
Es ser muchas cosas en una sola, saber de todo un poco. Ser comprensivo aunque no lo seas, saber escuchar y no decir la mayoria de las veces lo que piensas. Hacer tu trabajo porque te gusta y no porque te vayan agredecer algo, es tu trabajo y la mayoria de las veces no te van a dar ni las gracias. Todo lo contrario a veces ayudas y encima sales como si fueras el mismísimo demonio. En fin ser Policía es simplemente eso, serlo… El que trabaja en esto lo entiende (sic). (Respuesta anónima 1020, policía)
Un orgullo a disposición de muy pocos, héroes del siglo XXI (Respuesta anónima 239, opositor)
El abismo de asfalto (cinismo urbano)
Existe otra visión del trabajo policial más áspera y pesimista, aquella que también entiende la existencia de una lucha continuada contra el delincuente. El policía conoce la realidad social y urbana y esa percepción puede convertirse en fangosa. Es aquí donde también aparecen varias referencias a la pugna del bien contra el mal y el policía como un agente al servicio del bien en defensa de aquellos oprimidos o mancillados por el delito. Es menester mencionar como en la jerga policial a los delincuentes se les suele denominar “los malos”:
Perro pastor (Respuesta anónima 1032, policía)
Un perro pastor; que permanece olvidado hasta que aparece el lobo (Respuesta anónima 72, opositor)
El barrendero de la sociedad (Respuesta anónima 209, policía)
Ser el malo para el delincuente y la esperanza para el necesitado (Respuesta anónima 461, opositor).
Es en este apartado donde queda muy patente el elemento de sospecha relativo a la “cultura policial” de Reiner (2010), así como el referente al cinismo y el pesimismo.
5. Conclusiones
Una vez analizados los datos dimanantes de los instrumentos cuantitativos y cualitativos podemos llegar a la conclusión de que sí existe una “cultura policial” en España. A pesar de ello, esa cultura es una polifonía o una heteroglosia puesto que no es posible establecer con claridad sus elementos constituyentes. Existen amplias similitudes con los siete elementos temáticos de la “cultura policial”. Parece existir un machismo soterrado, aunque no explícito. Del mismo modo queda patente la existencia de una misión policial, y de una lucha activa contra el mal y la delincuencia. La idea de solidaridad y aislamiento sí parece ser recurrente. La “cultura policial” ofrece coherencia y congruencia a la identidad colectiva policial que puede establecerse a través de figuras totémicas (animales). El policía (el opositor en muchos casos) sacrifica parte de su identidad (familiar, personal, etc.) para la realización de su misión, en la mayoría de los casos también debe transformar su cuerpo. En ese momento se forma parte de una totalidad, un holismo que exige una matriz de valores muy determinada para cohesionar.
Es aquí donde se encuentra la clave de este estudio, puesto que de nuevo se debe volver a la idea de “meta-identidad policial”, “proto-identidad policial” y “meso-identidad policial”. La institución, a través de la ley, exige un catálogo de valores determinados muy precisos, así como de actuaciones. El poder de la Institución se ejerce sobre la sociedad y también sobre sus miembros, a través de la “anatomía política” y “la mecánica del poder” y del fetichismo normativo. Sin embargo, en la heteroglosia de la “cultura policial”aquí referenciada la “proto-identidad” parece utilizar una hermenéutica diferente a la de la “meso-identidad”. Es decir, los opositores construyen su identidad como futuros policías de manera diferente a como la construyen los propios policías. Cabría preguntarse si la institución atrae a sujetos con una determinada axiología o la institución fabrica esa ideología en los sujetos. O una retroalimentación entre ambos. Estamos, al parecer, ante tres culturas “policiales diferentes” absolutamente interconectadas.
En cuanto a las limitaciones y amplitudes, destacar como amplitudes del estudio la utilización de métodos mixtos que ha permitido profundizar más en la pregunta de investigación y diseñar la encuesta con mayor precisión. El tamaño muestral de la encuesta on-line ha sido inesperadamente grande.
En cuanto a las limitaciones, destacar el sobredimensionamiento de opositores frente a policías que ha generado que la mayor parte del estudio sea relativa a la construcción de la identidad policial en opositores a policía. En algunos casos, ese sobredimensionamiento ha generado ciertos problemas a la hora de realizar tests estadísticos (ya mencionados). Finalmente, las preguntas relativas a política y religión en la encuesta on-line eran ambiguas y pueden haber afectado a la fiabilidad y validez del estudio. Habría que asumir también la posible existencia de un sesgo de deseabilidad social.
Con respecto a las líneas de investigación futuras, resultaría esclarecedor obtener más información acerca de policías en activo así como realizar comparativas entre diferentes unidades y otros cuerpos (como la Guardia Civil). También sería necesario realizar estudios sobre la comunicación policial y la retórica del poder para desgranar el discurso institucional siempre desde un punto de vista crítico. Una lectura sobre género y masculinidad también resultaría esclarecedora.
6. Bibliografía
- Bauman, Z. (2000). Liquid modernity (1st ed.). Oxford: Polity.
- Bryman, A. (2012). Social research methods (4th ed.). Oxford: Oxford University Press.
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- Creswell, J. W. (2015). A concise introduction to mixed methods research. London: Sage.
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Anexos
Encuesta on-line (Anexo I)
Correlaciones (Anexo II)
Tabla 3. Correlaciones entre valores policiales
La investigación fue el resultado del primer Grupo de Investigación de alumnos de criminología de la Universidad Europea de Madrid. Se trata de una práctica de innovación docente multidisciplinar que incluyó alumnos de varios cursos de criminología y tuvo lugar durante un año lectivo. El grupo estuvo dirigido por el Dr. Pérez y coordinado por el alumno D. Javier Merino. A lo largo del año, los alumnos y el profesor se reunían para discutir el acercamiento, los resultados, analizar datos, tomar datos. Los alumnos tenían autonomía para realizar entrevistas, transcribirlas, participar en el diseño, difusión, codificación de la encuesta, etc. Los resultados fueron presentados en el XI Congreso Español de Criminología bajo el título “El secreto de los Ángeles Custodios: estudio de métodos mixtos sobre cultura policial en España” en junio 2016 ↵
police forces in modern liberal democracies do face similar basic pressures that shape a distinctive and characteristic culture ↵
(1)Mission-action-cynicism-pessimism, (2) Suspicion, (3) Isolation/Solidarity, (4) Conservatism, (5) Machismo, (6) Racial Prejudice, (7)Pragmatism ↵
The very concept of ideology implies a kind of basic, constitutive naiveté: the misrecognition of its own presuppositions, of its own effective conditions, a distance, a divergence between so-called social reality and our distorted representation, our false consciousness of it. ↵
En relación a esto, la elección del seudónimo se dejó a la elección del entrevistado, para tratar de explorar con mayor profundidad la proyección de su propia identidad. ↵
Finalmente, dada la complejidad que generaba, la variable superhéroes quedó fuera del análisis. ↵
Debe mencionarse también que muchos de los encuestados pertenecen a unidades policiales que utilizan animales como parte de su imaginería. ↵
Debido a la diferencia de varianzas de las muestras y el desequilibrio de tamaño se llevaron a cabo pruebas T de Welch llegando a las mismas conclusiones. ↵
Por motivos de espacio no se reproducen en el cuerpo del texto los datos mencionados. ↵
Volver a manifestar que en ningún momento se especifica alguna religión en concreto. ↵
(Madrid, 1980). Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, máster en Criminología y Justicia Criminal por la University of Edinburgh y doctor en Criminología por la University of Huddersfield. Actualmente trabaja como profesor acreditado de Criminología en la Universidad Europea de Madrid y como investigador en el Grupo de Conocimiento Investigación de la mencionada universidad. Sus líneas de investigación se centran en la Criminología Cultural, el Ultrarealismo Criminológico y el impacto de la tecnología en la sociedad. Entre sus publicaciones destacan Las crónicas de Enriq (Dykinson, 2013) y, junto con Antonio Silva Esquinas, Criminología de frontera. Una propuesta crítica a la Criminología española (Eolas, 2020).