Ante ustedes se presenta:
The Amazing Criminología y Justicia Refurbished #5.
Un número original, friki y único en su especie. Un número dedicado al mundo del cómic observado desde un prisma criminológico, o mejor dicho, a una pequeña parte de él: los cómics norteamericanos de superhéroes1.
El lector podrá preguntarse extrañado ¿Qué tiene de especial el mundo del cómic para dedicarle un número temático de la revista? Sirva esta introducción como allegato en defensa del trabajo elaborado.
En primer lugar, debemos apelar a la defensa del cómic como instrumento pedagógico útil. En criminología contamos con autores que han apostado por el uso de la literatura a través del método del caso para introducir al alumnado en el mejor conocimiento de la teoría criminológica (Pérez, 2013). Del mismo modo, otros autores han apostado también por el arte, o en concreto las “malas artes”, para introducir en el estudio de la criminología (Pérez, 2012). El cómic, como género que vuela entre el género artístico y el género literario, no debe ser menospreciado como instrumento didáctico. Tal y como menciona Onieva (2015):
El cómic puede utilizarse como medio para el aprendizaje de valores y creencias, siendo una excelente herramienta para todo aquel que quiera reflexionar sobre sí mismo y la sociedad que le rodea. Por su carácter lúdico, puede ayudar a los jóvenes a canalizar y exteriorizar de forma libre sus emociones y sentimientos, para así ser personas sensibles y con la capacidad de ampliar la visión del mundo. (p.112)
No en balde, Hosler y Boomer2 (2011) mostraron en un estudio mejoras significativas en el aprendizaje y apreciación de la ciencia por parte del grupo de menores participantes cuando el instrumento pedagógico utilizado era el cómic. No descubrimos nada nuevo en el horizonte didáctico cuando decimos que el cómic puede servir para exponer una realidad que en nuestro caso es abordada desde una perspectiva social.
En segundo lugar, el cómic no solo debe ser valorado en tanto material pedagógico, sino también como un modo de adentrarse en un contexto social determinado desde el análisis interno y externo del mundo que representan a través del cómic. Aplicando una frase de mi profesor de filosofía medieval José Manuel Udina (1939-2014): “Un cómic fuera de contexto es puro pretexto”3.
Porque no, ni el mundo del cómic, ni los superhéroes, por muy dotados que estén de superpoderes, pueden escapar a la realidad de su contexto ni al modo en el que han sido creados. Tal y como apunta Umberto Eco (1973, citado por Nieto y Diago,1989):
La historieta es un producto cultural, ordenado desde arriba, y funciona según toda la mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el receptor una postura de evasión que estimula de inmediato las veleidades paternalistas de los organizadores…Así, los cómics en su mayoría reflejan la implícita pedagogía de un sistema y funciona como refuerzo de los mitos y valores vigentes. (p. 54)
Si bien debemos acoger con ciertos matices la afirmación de Umberto Eco (la evolución del mundo del cómic desde 1973 hasta ahora ha presentado alternativas que intentan escapar al sistema y a la propia industria del cómic, como el autor de V de Vendetta Alan Moore, autoproclamado anarquista), no se puede negar que los Capitán América, Batman y compañía, a pesar de no haber gozado en un principio de buena fama por parte del sector más conservador de la opinión pública norteamericana, fueron doblegados por el sistema primero desde el estamento político (con la creación en 1954 de la Comics Code Authority, creada con la finalidad de regular el mundo del cómic en Estados Unidos), y posteriormente ha sido anulado cualquier posible atisbo de espíritu crítico por las propias inercias de la industria en las que se ha subsumido, más preocupada por hacer negocio rápido con sus personajes creando algunas sagas filmográficas cuyo resultado es de dudosa calidad4.
Son por ende, y con contadísimas excepciones, un instrumento más del capital que nos muestra los valores prototípicos del héroe medio norteamericano: nacionalismo/patriotismo, defensa a ultranza de la propiedad privada, un férreo heteropatriarcado5 y, en definitiva, un reflejo más de la búsqueda del sueño americano. Pero a la vez, y casi sin quererlo, esa representación de patrones sociales nos enseña sus debilidades y el resquebrajamiento de una cultura eminentemente individualista, que en lugar de optar por una verdadera transvaloración de los valores (Heidegger, 1961),
prefiere crear sin demasiado éxito una identidad de superhéroe en el mundo real (¡Spoiler, Spoiler!).
No es casual que el título de esta introducción sea el de “Superhéroes del neoliberalismo”: si por algo se han caracterizado los dos grandes gigantes del mundo del cómic estadounidense (Marvel y DC Cómics) es por un espíritu litigador a la altura de cualquier gran corporación en su defensa de la propiedad intelectual de las obras…y de todo lo que consideren que debe ser de su propiedad. Sin querer extendernos demasiado en este punto, mencionaremos un par de ejemplos que lo reflejan:
- En su ánimo por proteger sus obras, Marvel y DC decidieron co-registrar la marca “Superhéroe” para su uso en juguetes (Reg. EE.UU. Nº 1140452, de 14 de octubre de 1980) y en cómics (Reg. EE.UU. Nº 1179067, de 24 de noviembre
de 1981) (Sudhindra, 2012). Sí, como lo oyes. El término superhéroe está registrado como marca, y su uso comercial está teóricamente supeditado a los permisos y licencias que puedan conceder Marvel o DC. Según su criterio, el título de esta introducción debería contar con su beneplácito. Solo en la última década cerca de 39 compañías y autores han intentado sin mucho éxito utilizar el término superhéroe en sus obras o productos (Eidman, 2013). Por ejemplo, el autor Ray Felix fue amenazado con ser demandado si no cambiaba el título de su cómic “A world with superheroes”, que según la visión de Marvel y DC puede dar lugar a confusión con su marca (Eidman, 2013). Por suerte, recientemente otro autor, Graham Jules, envuelto en una polémica similar por publicar el libro “From Bussiness Zero to Super Hero” consiguió ganar la batalla legal de David contra Goliat, y obtuvo el derecho a usar dicho término en su obra (The Telegraph, 2016). - Jack Kirby (1917-1994) pasará a la historia por ser, junto con Stan Lee, uno de los grandes creadores de superhéroes del siglo XX. De su tinta surgieron, entre 1958 y 1963 figuras como El Capitán América, Hulk, o los 4 Fantásticos. Sin embargo, lejos de haber hecho multimillonarios a sus descendientes gracias a los derechos de autor, quienes ostentan
los derechos sobre sus obras es Marvel. A pesar de que en 2009 los sucesores de Jack Kirby abrieran una acción judicial para ejercer sus derechos sobre las obras, el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York determinó, en el marco de la Ley de Derecho de Autor de Estados Unidos de 1909, que Marvel era la propietaria de los derechos porque el trabajo de Kirby debía considerarse como enmarcado en un “contrato de arrendamiento de obra con cesión de derechos”. Según el argumento del Tribunal, las creaciones de Kirby respondían a los guiones o exigencias que le pedía Stan Lee
al autor, por aquel entonces editor jefe de Marvel, y que su trabajo respondía más bien al de un asalariado que al de un creador autónomo (Sudhindra, 2012).
Quiero finalizar mi allegato haciendo una defensa de los autores que se han animado a darle forma a este número: las dos mentes pensantes de Criminología y Justicia Refurbished (Guillermo González y Antonio Silva) y los cinco autores que han colaborado activamente en hacer que este sea un número redondo: Jorge Ramiro Pérez, Daniel Briggs, Javier Muñoz Chumilla, Laura Ocaña y Sandra Jiménez. Y es que esta revista posee dos virtudes: está escrita desde la pasión bivalente
por el mundo del cómic y el de la criminología, y además ha conseguido ser labrada casi como si de una obra literaria se tratara.
Todo ello gracias alcontinuum narrativo introducido por Jorge Ramiro Pérez, autor de las fichas de superhéroes y de los capítulos The Amazing Criminología y Justicia Origins, Intermezzo y Exeunt, y a la conexión quién sabe si voluntaria o no de los discursos que emergen de cada uno de los autores, como podrás ver a continuación. Para una persona que no puede definirse como gran aficionada al cómic como es un servidor, leer la revista del tirón ha resultado una experiencia muy gratificante y, dicho de manera informal, una verdadera gozada con la que nadie podrá aburrirse.
También debo hacer mención especial a los ilustradores de la portada y contraportada, Surian Soosay y Christopher Dombres respectivamente, artistas con una obra nada despreciable y otrora reivindicativa, y que registran su obra con licencias Creative Commons flexibles que permiten un uso libre de las mismas. Una concepción de la obra totalmente contrapuesta a la de los dos gigantes del cómic que hemos mencionado. Para todos los anteriormente mencionados va mi aplauso escrito en estas líneas.
Antes de finiquitar esta introducción que ya se alarga demasiado, quiero agradecer especialmente y en nombre de todo el equipo el apoyo y la confianza que nos estáis brindando los suscriptores, una confianza que nos anima y nos motiva a seguir mejorando cada día para ofrecer contenido criminológico fresco y de calidad. Tal y como mencionó Antonio Silva en el primer número de esta revista, nuestro propósito es emerger como revista independiente y crítica de criminología, naciendo como una necesidad de rendir cuentas que requiere nuestro sector para seguir avanzando, anteponiéndose a las fútiles batallas de egos-gallitos académicos y a los intereses más o menos lucrativos que, igual que el mundo del cómic, también subsumen al criminólogo en una industria6.
Vosotros, como suscriptores, sois y seréis el elemento clave que proteja esa independencia, y los únicos con los que debemos y deseamos rendir cuentas. De otro modo, Refurbished dejaría de ser lo que quiere ser, para pasar a ser lo mismo de siempre.
No te entretengo más, y te invito a que te sumerjas ya mismo en este quinto número de la revista.
Sé entonces bienvenido al Marvelloso mundo de la criminología y el cómic.
Bibliografía
Eiman, E. (2013). Comic book creator takes on publishers Marvel and DC for right to use term ‘superhero’. En Daily News New York. Recuperado de http://www.nydailynews.com/news/national/comic-boo…
Heidegger, M. (1961). Nietzsche. Editorial Destino.
Hosler, J. y Boomer, K. B. (2011). Are Comic Books an Effective Way to Engage Nonmajors in Learning and Appreciating Science?. CBE—Life Sciences Education Vol. 10 , p. 309–317.
Nieto, M. y Diago, E. (1989). El cómic como recurso didáctico: una reflexión coeducativa. Tabanque: Revista pedagógica , Nº 5, p. 53-66. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codig…
Onieva, J.L. (2015). El cómic online como recurso didáctico en el aula. Webs y aplicaciones para móviles. Huarte de San Juan. Filología y Didáctica de la Lengua , 15, p. 105-127.
Pérez Suárez, J.R (2013). Las crónicas de Enriq. La enseñanza de la criminología y el derecho penal a través del método del caso . Dykinson.
Pérez Vaquero, C. (2012). Las malas artes: Crimen y pintura. SECCIF.
Sudhindra, N. (2012). La concesión de licencias de los superhéroes de Marvel. En Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Recuperado de <ahref=»http://www.wipo.int/portal/es/»>http://www.wipo.int/portal/es/
The Telegraph (2016). Businessman wins battle against Marvel and DC Comics to use ‘superhero’ in book title. Recuperado de http://www.telegraph.co.uk/news/2016/05/25/busines…
1Esto significa que tenemos una cuenta pendiente en futuros números con el cómic Manga y con el cómic europeo.
2Que no es el superhéroe mítico de los chicles cuyo superpoder era provocar infinidad de caries en los niños. Vale, tenía que decirlo.
3La frase original con la que siempre nos introducía en sus asignaturas era: «Un texto fuera de contexto es puro pretexto».
4Esto último dicho como mera opinión personal y en un contexto de profundo dolor provocado por haberse gastado el autor 9 euros en ver la película Suicide Square (2015), probablemente la peor película que jamás haya visto, a la altura de Mortal Kombat (1995).
5Chupito cada vez que se mencione el heteropatriarcado en Criminología y Justicia Refurbished.
6La de los grados, postgrados, cursos y congresos de dudosa calidad científica.
Soy Licenciado en Criminología y Filosofía por la UAB. En 2011 fundé Criminología y Justicia, empresa dedicada a la divulgación de contenido de caracter criminólogico-jurídico que contó con la participación de más de 100 autores hasta su cierre en 2017. Durante ese tiempo se publicaron más de 1000 artículos que han recibido ya más de dos millones de visitas; se publicaron cerca de una treintena de libros, y también se organizaron diferentes eventos y congresos enfocados a divulgar la Criminología.
Ahora mi interés estriba en aplicar toda esa experiencia en el mundo de la divulgación científica a otros ámbitos dentro de la comunicación digital.