Resumen
Es sorprendente lo parecidos que pueden llegar a ser el mundo de las finanzas y el de la Criminología, especialmente cuando hablamos de tendencias, inversión y ganancias; incluso podemos ver símiles en los tipos de análisis más empleados para valorar los mercados y las empresas que operan en ellos.
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En el mundo de la bolsa, se denominan momentos toro a los periodos alcistas, es decir, cuando la mayoría de valores está subiendo, mientras que se llama momentos oso a los periodos en los que, en general, la bolsa evoluciona a la baja.
La Criminología está experimentando un momento toro desde hace varios años, que se puede observar básicamente en la implantación del grado oficial, la creciente demanda de estos estudios y el número cada vez mayor de profesionales dentro del sector, así como en la popularización de la profesión (aunque a veces se nos confunda con los criminalistas).
Ahora bien, la principal diferencia respecto al mercado de valores es que los criminólogos cotizamos en un parqué que todavía no ha abierto. Estamos a la espera de que nuestra bolsa abra (que por fin se reconozca la figura del criminólogo en el ámbito profesional y aparezcan puestos de trabajo), pero hay que estar preparado para ese momento, porque al igual que sucede en la vida real, cada apertura se traduce en una locura colectiva donde operan los más grandes, motivo por el cual nunca se recomienda entrar en ese momento a los pequeños inversores o a los menos experimentados.
Dicho de otra forma, una apertura repentina del mercado laboral para nuestro colectivo puede suponer que nuestra, hasta ahora inmóvil escena criminológica, se convierta en una auténtica merienda de negros.
Evidentemente, hay muchos toros preparados para pasar a la acción, pero también hay muchos osos hibernando a los que un cambio de tendencia sin previo aviso puede pillar más que desprevenidos.
Si bien es cierto que es complicado percibir nuestra situación actual como alcista, en Criminología como en la bolsa, a veces las cosas no son lo que parecen.
Un mercado aparentemente dormido (bajista), puede experimentar un cambio de tendencia en cualquier momento, a la apertura o al cierre de cualquier sesión o durante la misma, y es por eso que los especuladores utilizan el análisis técnico para evaluar la situación y tratar de adelantarse a los acontecimientos futuros.
Es fácil ver un símil de ésto último si tenemos en cuenta que el criminólogo también usa ciertos métodos de análisis para evaluar tendencias pasadas y presentes con el fin de realizar una prospección; puede decirse que, en cierto modo, el criminólogo especula con la evolución de la tasa de criminalidad, porque lo ideal para prevenir es adelantarse a lo que pueda suceder.
En el mundo de las finanzas, se usa el análisis ténico para determinar las tendencias del mercado.
Así, un buen especulador emplea este método para analizar cómo se comporta el mercado de valores, usando para ello únicamente la evolución de la curva de precios, que depende de la ley de la oferta y la demanda.
Si aplicamos el análisis técnico bursátil concretamente a la situación actual de la Criminología española, veremos que la demanda de estos estudios ha ido en aumento desde que se creó la licenciatura, y en consecuencia, cada vez hay una mayor oferta universitaria (eso sí, ahora en forma de grados oficiales).
Por otro lado, cada vez hay más criminólogos que han terminado sus estudios que demandan empleo, o que, como mínimo, se quejan de su situación laboral.
Ninguno controlamos los factores externos que hacen que a día de hoy nuestra profesión esté tan lejos de hacerse un hueco en el mercado laboral, y por lo tanto, no podemos preveer cuándo contaremos con condiciones más favorables para entrar al mismo, pero lo que sí podemos analizar con un mínimo de objetividad es la curva que está trazando la Criminología, y que personalmente considero alcista aún cuando colectivamente no se han empezado a generar ganancias.
No obstante, hay otro factor que podemos controlar, ya que depende de cada uno de nosotros como profesionales, y es si vamos a ser toros u osos.
Imaginad por un momento que la bolsa abre y no tenéis liquidez, que no podéis invertir o que, de poder hacerlo, no puede ser a primera hora de la mañana porque no estáis preparados. El ahorrador que ha estado preparando una buena entrada con esmero y una buena planificación puede llevarse un buen pellizco.
Ahí radica la diferencia entre el criminólogo toro y el criminólogo oso: el primero arriesga, va a por todas y está preparado para lo que sea en cualquier momento, mientras que el segundo peca de demasiado prudente, duda y tarda demasiado en tomar sus decisiones.
Al igual que ocurre en la bolsa, quien no arriesga no gana, pero afortunadamente, en Criminología nuestras malas decisiones no nos van a llevar al desastre financiero, sino como mucho a una mala gestión de nuestro tiempo, a un proyecto que no sale adelante, a un no por respuesta, etc.
Si eres criminólogo y has leído hasta aquí, me gustaría lanzarte una pregunta: ¿hay algo menos arriesgado en este momento que invertir en Criminología?
Permíteme recordarte que de hecho, ya hiciste tu inversión; te sacaste la carrera, te tiraste entre cuatro y cinco años estudiando y aprendiendo y no fué sólo una cuestión de tiempo, sino también de dinero.
Te hago una última pregunta: ¿no crees que ha llegado el momento de rentabilizar esa inversión?
Pregúntate a ti mismo si puedes sacar provecho de tu conocimiento, si puedes aprender a “mover tus ahorros”, si has pasado demasiado tiempo hibernando…
Puede que estemos pasando por un gélido y largo invierno, pero día a día la Criminología avanza, y una cosa es segura: llegará la primavera.
Bibliografía
Madrid / España - 1985
Carlota Barrios comenzó su andadura por el mundo de la Criminología en 2004, cuando inició los estudios universitarios que la llevarían a licenciarse en 2009 por la Universidad Camilo José Cela.
En la actualidad comparte sus trabajos de divulgación e investigaciones independientes a través de su web y actualiza habitualmente el blog 'Sociedad de conocedores del crimen', con el que pretende dar a conocer la Criminología y aportar su granito de arena al panorama criminológico español por medio de proyectos como el MEC (Mapa Español de la Criminología).
Los artículos que publica son una forma de dar salida a las ideas que se arremolinan en su cabeza, y que cobrarán la forma de iniciativas para promover la Criminología en España en un futuro próximo.