Resumen
Hasta hace bien poco se cuestionaba la proliferación de grupos de WhatsApp, foros, y cuentas de Twitter o Facebook como lugar en que los usuarios avisaban de los lugares en toda España donde se encontraban los radares y controles policiales, en tiempo real. Lo más preocupante es que legalmente no infringen ninguna Ley, son legales, tanto como peligrosos para la seguridad.
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Desde hace una semana vengo siguiendo una aplicación en mi smartphone (tanto para Iphone como para Android) gracias a la cual los pequeños camellos y grandes traficantes de droga, chorizos, terroristas, proxenetas, borrachos y drogados al volante lo tienen bastante más fácil para eludir ser apresados por las Fuerzas Policiales. En esta aplicación cualquier usuario —cualquiera sin identificar— puede ver las alertas sobre radares y presencia policial en cualquier lugar y además de forma inmediata y más grave aún, con verificación casi instantánea por parte de otros para que las falsas alertas no se cuelen. Los creadores de este tipo de aplicaciones no saben el mal que están haciendo a la seguridad ciudadana y vial y se amparan en que los controles policiales se hacen con fines recaudatorios, cuando lo único cierto es que si te denuncian eres tú el que ha cometido la infracción. Es la justificación de todo delincuente: “yo soy inocente”, pero en temas de tráfico, por ejemplo, las acciones de unos quitan la vida de otros.
Me parece terrible que esa solidaridad de la gente sea la propia navaja que se está volviendo para apuñalarles en el cuello. Los usuarios que usan esta aplicación están contribuyendo como cómplices indirectos —y por eso no penados— de cualquier delito que cometan aquellos que leen el mensaje y eluden el control policial. ¿Saben ustedes la cantidad de armas, drogas y delincuentes son sorprendidos por la policía en los controles? Ustedes se preocupan de los controles de alcoholemia y de los radares, pero lo único real es que son ustedes los que matan a gente con sus excesos de velocidad y sus borracheras y drogas al volante.
En el mismo momento en que están poniendo un aviso en esta aplicación, los “malos” puede que cambien el destino y decidan ir a robar a su casa. En ese momento en que usted avisa de un control de alcoholemia es posible que un borracho o kamikaze cambie su ruta y se cruce con un familiar suyo, matándolo.
Y no solamente se pone en peligro la seguridad de los ciudadanos en general, sino de los policías de forma específica ya que en la aplicación móvil se pueden poner datos adicionales como los policías que hay, el tipo de cuerpo policial, los coches que usan, las armas que portan, si llevan radar o etilómetro, etc.
Está claro, si voy a cometer un delito me descargo la aplicación. Si soy un terrorista dejo que los usuarios de la aplicación me avisen de dónde están los controles para poner una bomba, si voy a conducir borracho mejor miro por donde no pasar. Los porretas y choricetes han visto las puertas del cielo abiertas con estas aplicaciones.
Dicen que la policía no es tonta ¿verdad? Pues habrá que hacer más controles y más cortos.
Bibliografía
Policía Local, criminólogo y periodista.
http://www.carris.es/cv/
Representante en España de la Academia Mexicana de Investigadores Forenses
Asesor de Seguridad y Tráfico del diario La Opinión de Murcia
Webmaster del área de servicios de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España 'FAPE'
Administrador de Criminología y criminalística.