Resumen
Cada cierto tiempo, las páginas de la prensa rosa nos sorprenden con noticias relativas a la “conducta desviada” de alguna celebritie. Muchas de estas informaciones dejan al descubierto un vicio extendido entre las famosas que el común de los mortales no acaba de entender: la cleptomanía. ¿Cómo es posible que estas artistas, que gozan d…
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Cada cierto tiempo, las páginas de la prensa rosa nos sorprenden con noticias relativas a la “conducta desviada” de alguna celebritie. Muchas de estas informaciones dejan al descubierto un vicio extendido entre las famosas que el común de los mortales no acaba de entender: la cleptomanía. ¿Cómo es posible que estas artistas, que gozan de un éxito arrollador, que son guapas y millonarias tenga la necesidad de adquirir cosas que podrían pagar fácilmente?
Robar está considerado desde el punto de vista del Derecho como un delito contra la propiedad y es penalizado porque supone un afán de lucro ilícito por parte del autor. Sin embargo, el hurto a veces no tiene nada que ver con este interés y deja al descubierto otras motivaciones relacionadas con impulsos más bajos o con problemas psicológicos.
Sin duda alguna, la cleptómana más famosa de Hollywood es Winona Ryder, que en 2001 fue grabada en unos grandes almacenes mientras robaba ropa de diseño y complementos. Un año más tarde fue sentenciada a 3 años de libertad vigilada, 480 horas de servicios a la comunidad y 3.700 dólares de multa. Penas propias de este tipo de delito pero, además, tuvo que ir un año a terapia psicológica.
Y aunque son muchas las famosas adictas al hurto, pocas son las que lo reconocen. Una excepción está en la cantante Katy Perry, quien declaró hace unos meses que le encanta llevarse las almohadas de los hoteles donde se aloja y que ha llegado a arramplar con la habitación entera de un hotel de Japón cuando tenía 17 años.
Foto: La cantante Katy Perry y las actrices Winona Ryder y Lindsay Lohan, tres de las celebrities conocidas por sus hurtos.
Pero…¿qué es la cleptomanía?
La cleptomanía está considerada como un trastorno del control de los impulsos. Es una tendencia al hurto, a realizar un acto que sabemos que no está bien, pero que reporta una sensación de placer o gratificación, aunque después puede haber lamentaciones o sentimientos de culpa. Detrás de estos robos sin motivo se encuentra una persona que puede sufrir ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, abuso de sustancias u otra clase de impulsos incontrolados.
Existen tres tipos de cleptomanía: la esporádica, la episódica y la crónica, siendo esta última la que puede acarrear un verdadero problema. Está considerada por la psiquiatría como una enfermedad y no se sabe por qué, pero parece ser más común en las mujeres que en los hombres. Un psicólogo o psiquiatra diagnosticará esta enfermedad cuando la persona se muestre incapaz de resistir a los impulsos de robar cosas sin valor personal, cuando demuestre sensación de alivio al robarlas y cuando el acto no sea producido por odio o venganza. La falta de explicación para justificar el robo así como el dictamen de otro trastorno psicológico también forman parte de los síntomas que han de estar presentes para determinar que se es cleptómano.
Nuestro Código Penal puede considerar la cleptomanía como una circunstancia atenuante o eximente, siempre que haya un informe avalado por un especialista o exista una alteración psíquica que impida a la persona comprender la ilegalidad del acto.
El tratamiento para la cleptomanía puede ser farmacológico, aunque hay otras técnicas que están reportando logros como la consistente en destrozar los objetos robados. Realizar actividades que produzcan sensación de bienestar, como el deporte, pueden ayudar a canalizar esa energía que ocupaba el robo.
¿Pero es la cleptomanía de estas famosas una enfermedad o es más bien una excusa? Acto de rebeldía o simplemente ganas de hacerse notar, también en nuestro país hay famosos que roban por robar. He aquí el conocido caso del ex portero del Atlético de Madrid, David de Gea, o bien podríamos llamar “de jeta”, que fue pillado por las cámaras de un supermercado con un donut en la mano y sin pasar por caja. El deportista se justificaba diciendo que había olvidado la cartera en el coche…A todos nos puede pasar, pero ¿no dejamos el producto en su sitio y salimos a por ella?
Excentricidades aparte, hay delitos que a veces muestran una cara diferente de la realidad, que van más allá del mero incumplimiento de las normas dictadas. La cleptomanía es uno de ellos y resulta un problema verdaderamente grave para la persona que la sufre, causando perjuicios también en los que le rodean. Compartir el problema, contando lo que nos sucede, es uno de los primeros pasos que hay que andar para la búsqueda de una solución. El Servicio de Atención Psicológica Personalizada pone a nuestra disposición un teléfono con el que contactar con expertos que pueden atendernos e informarnos de las posibilidades que tenemos para recibir atención psicológica en torno a problemas como este.
Bibliografía
Periodista en ciernes, amante de la Justicia y en constante búsqueda por descubrir la naturaleza del ser humano delictivo. Porque la información de sucesos hoy día ocupa un importante lugar en la primera plana de medios escritos y audiovisuales, se hace necesaria una radiografía detallada desde diversos ámbitos que nos ayude a entender mejor nuestra sociedad y nuestro sistema jurídico, para que de este modo se consiga una adecuada formación de la opinión pública, necesaria en el buen funcionamiento de toda democracia.
Periodista en ciernes, amante de la Justicia y en constante búsqueda por descubrir la naturaleza del ser humano delictivo. Porque la información de sucesos hoy día ocupa un importante lugar en la primera plana de medios escritos y audiovisuales, se hace necesaria una radiografía detallada desde diversos ámbitos que nos ayude a entender mejor nuestra sociedad y nuestro sistema jurídico, para que de este modo se consiga una adecuada formación de la opinión pública, necesaria en el buen funcionamiento de toda democracia.