Resumen
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define dicho como la palabra o conjunto de palabras con que se expresa oralmente un concepto cabal; en ese sentido, la sabiduría popular ha ido acumulando, con el paso de los años, un gran acervo de frases como: Es mejor un mal acuerdo que un buen pleito; A la Justicia y a la Inquisición, chitón; Pagar justos por pecadores”; Pleito evitado, pleito ganado… o el que mencionó Quevedo: Donde no hay Justicia es peligroso tener razón. Veamos los hechos que originaron uno de los dihos más populares.
Artículo completo
Durante la Edad Media, cuando aparecía el cadáver de una persona y la justicia no podía determinar quién había sido el causante de aquella muerte, el juez sancionaba al pueblo donde se hubiera encontrado el cuerpo a tener que pagar los gastos que ocasionaran tanto el entierro como el funeral; todo a costa de las pobres arcas municipales. Como era de esperar, aquella sanción –llamada homicisium– avivó el ingenio de los parroquianos de modo que, cuando alguien aparecía muerto dentro de su término, se llevaba el difunto a otro pueblo para librarse de cualquier responsabilidad. Desde entonces solemos decir que le cargamos el muerto”a otro.
Bibliografía
Valladolid (Castilla y León | España 1969).
Escritor (director de Quadernos de Criminología | redactor jefe de CONT4BL3 | columnista en las publicaciones La Tribuna del Derecho, Avante social y Timón laboral | coordinador de Derecho y Cambio Social (Perú) | colaborador de noticias.juridicas.com); ha publicado en más de 600 ocasiones en distintos medios de 19 países; y jurista [licenciado en derecho y doctorando en integración europea, en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Valladolid | profesor de derecho constitucional, política criminal y DDHH (UEMC · 2005/2008)].
Sus últimos libros son Las malas artes: crimen y pintura (Wolters Kluwer, 2012) y Con el derecho en los talones (Lex Nova, 2010).
Este blog te acercará a lo más curioso del panorama criminológico internacional de todos los tiempos; y, si quieres conocer otras anécdotas jurídicas, puedes visitar el blog archivodeinalbis.blogspot.com