Resumen
El pasado martes, el edificio mas alto del mundo, el Burj Jalifa de 160 plantas y construido en 2010, vio como uno de sus trabajadores se tiraba desde la planta 147 del rascacielos a una altura de 828 metros cayendo al vacio e impactando brutalmente contra una terraza del piso 108. El motivo de tan trágico desenlace no fue otro más que el rechazo de una empresa a la petición que el trabajador realizó para disponer de un día libre. El fallecido tenía 20 años y había nacido en el sur de Asia.
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El suicidio es en esta sociedad globalizada del siglo XXI un tema “tabú”. Los motivos de esta ocultación de la realidad responden a una pluralidad de factores, pero sobresale el hecho constatado de que la noticia de un desenlace suicida en un medio de comunicación provoca en potenciales suicidas el ultimo “empujón” para acabar con su vida. A pesar de esto, la criminología en los últimos tiempos incide en la importancia de conocer las cifras reales de este fenómeno y exponer a la sociedad cuales son los factores de riesgo y protección del problema.
La importancia del suicidio la muestran las estadísticas, al ser la primera causa de muerte violenta por encima incluso de los accidentes de tráfico, solo en España se producen mas de 3.500 muertes calificadas como suicida. Por si fuera poco, la relevancia del fenómeno adquiere mayor trascendencia si se tiene en cuenta la tendencia exponencial en los últimos años, en los que el suicidio ha crecido un 500% en los países del primer mundo.
Los motivos que impulsan a una persona a llevar a cabo un comportamiento suicida son el principal punto de estudio. Estos suelen estar asociados a estados anímicos depresivos propiciados por un suceso traumático como la perdida de un ser querido. Pertenecer a una minoría social y no tener factores de protección ante la discriminación son también otro motivo que eleva la tasa, al igual que ocurre con personas que padecen ciertos tipos de enfermedad mental. Mención especial merece la incidencia del suicidio en los países más desarrollados especialmente en aquellos con un régimen de gobierno represivo como China o Rusia. Japón también es conocido por su alta tasa de suicidio, principalmente en la población juvenil y muchos especialistas explican este dato como consecuencia de la elevada presión en la que los adolescentes crecen, ejercida tanto por su familia como por el conjunto de la sociedad.
El suicidio se puede presentar de múltiples formas y se ha estudiado cómo éstas dependen en gran medida de las costumbres y los medios disponibles de la persona suicida. Así, en ciertos lugares es común encontrarse suicidios por asfixia por monóxido de carbono, como ocurre en zonas rurales, precipitarse a las vías del tren en zonas cercanas a las mismas y en barrios mas desfavorecidos socioeconómicamente o arrojarse al vacio desde edificios de gran altura o puentes en grandes urbes.
Alejandro Manso González
Criminólogo | Diplomado superior en Investigación Privada
alej.manso@gmail.com