Resumen
Increíble. Dominique Strauss Kahn, de 62 años de edad, Director Gerente del Fondo Moneratario Internacional y uno de los máximos dirigentes del Partido Socialista Francés, detenido e ingresado en prisión en Washington acusado de intentar violar a una camarera del Hotel Sofitel donde se hospedaba. Todos los períodicos del mundo, los informativos de radio y televisión y los medios digitales han abierto sus ediciones con la sorprendente e impactante noticia y con la imagen de Strauss Kahn esposado y trasladado por la Policía estadounidense al Tribunal de Manhattan, donde la Juez Melissa Jackson, a instancia del Fiscal, resolvió su ingreso en prisión provisional. Se enfrenta a cargos que llevan aparejadas penas de hasta 74 años de prisión. Si nos sustraemos al amarillismo propio del tratamiento informativo de estos hechos, lo cierto es que la noticia es sumamente interesante porque, al menos a mí, me induce a las siguientes reflexiones.
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Primera reflexión. Strauss Kahn no ha sido juzgado. Fue detenido porque una camarera del hotel donde se hospedaba, presentó una denuncia contra él afirmando que el dirigente político intentó, empleando la violencia, penetrarla sexualmente. Strauss Kahn ha sido explorado por los médicos forenses y se le han extraído muestras biológicas para cotejar su ADN con los vestigios hallados en el cuerpo de la denunciante. Por otra parte, si la versión de la camarera fuese cierta, si como ella afirma, hubo un forcejeo entre Strauss Kahn, desnudo, y ella, tanto en el cuerpo de la denunciante como en el detenido deben existir signos físicos que revelen dicha lucha. Por otra parte, la Defensa de Strauss Kahn ha alegado ante el Tribunal de Manhattan que su cliente tiene una coartada, afirma que el día y hora de los supuestos hechos, estaba comiendo con su hija en un restaurante. Esa coartada es, lógicamente, muy fácil de acreditar mediante testigos, documentos, etc. En definitiva, es radicalmente injusto en este caso, como en tantos otros, que se produzca un linchamiento social de Strauss Kahn antes de que se demuestre su culpabilidad. El ha negado los hechos ante la Policía y ante el Tribunal y, de momento, la única prueba presentada contra él es la declaración de la denunciante.
Segunda reflexión. ¿Disfruta Strauss Kahn de inmunidad diplomática por el cargo que ocupa? Es dudoso. El Convenio de Viena concede inmunidad al Presidente del FMI. Nada dice del Director Gerente. Lo cierto es que, al parecer, hay un precedente en el Tribunal Supremo de Estados Unidos que, en el caso de la ONU, amplía la inmunidad al personal de la embajada de la ONU en Estados Unidos cuando el Convenio de Viena sólo establece protección para el Presidente del Consejo de Seguridad, para los enviados de la ONU en visita oficial, y para los embajadores de la ONU. Podría haber una interpretación analógica en este caso. Lo cierto, sin embargo, es que la Defensa de Strauss Kahn todavía no lo ha alegado y ésta debería ser una cuestión que se plantease desde el mismo inicio del proceso. Lo que no cabe duda es que, si en el presente caso, Strauss Kahn se pudiese acoger a la inmunidad, sería escandalosamente injusto.
Tercera reflexión. La carrera política de Strauss Kahn ha terminado. El dirigente detenido iba a ser el candidato del Partido Socialista a las elecciones a la Presidencia de la República Francesa en el año 2012. Aunque el detenido fuese absuelto, resulta fácilmente comprensible que la imagen pública del personaje en cuestión ha quedado completamente invalidada para presentarse a unas elecciones presidenciales. Además, ahora, como suele suceder en estos casos, empiezan a florecer todos sus trapos sucios, que si hace nueve años una periodista fue atacada por él y le arrancó el sujetador, que si, pese a ser socialista, conduce por París un Porsche modelo Pamera valorado en más de 180.000 euros, que si las paredes de su casa están adornadas por varios Picassos, y todo tipo de informaciones, más o menos fantasiosas, que irán apareciendo para completar y adornar el patíbulo público al que Strauss Kahn va a ser sometido.
Cuarta reflexión. La actuación de la Fiscalia en Estados Unidos no es comparable con la de España. Lo cierto es que la imagen que se traslada a la ciudadanía con la detención e ingreso en prisión preventiva de Strauss Kahn es que, en Estados Unidos, la Fiscalía y la Justicia es implacable para todas las personas en cuyas conductas concurran indicios de delito, con idependencia de su posición social, económica o política. La inagen que tienen los ciudadanos en España de la Fiscalía no es esa. Aquí se tiene la sensación de que al Fiscal General del Estado le cuesta mucho trabajo impulsar la labor policial y judicial cuando se trata de investigar o perseguir determinadas conductas de personas con poder político o económico. Y lo peor no es esto. Lo peor es que quizá sea cierto.
Quinta reflexión. Resulta cuando menos chocante que un hombre que se proclama socialista lleve un tren de vida de ostentación de lujo y riqueza como el que ha exhibido hasta ahora Strauss Khan y que viene siendo publicado en los medios de Francia desde hace meses. No es que los socialistas tengan que ser pobres, lo cual además de injusto es absurdo, pero alguien que dice ser de izquierdas y que, en plena crisis económica global, aspira al sillón del Elíseo, debe predicar con un ejemplo de al menos moderada austeridad en su vida particular.
Sexta reflexión. Ante los hechos que se le imputan a Strauss Kahn, todavía no se ha escuchado la voz de ninguna de las personas que se proclaman feministas condenando la supuesta conducta del dirigente socialista y amparando moralmente a la camarera denunciante, supuesta víctima de un acto de extrema violencia machista. Si en lugar de ser el dirigente socialista francés, el detenido fuese un político de derechas, tengo el convencimiento de que determinados políticos y políticas que dicen defender la igualdad de género habrían montado el grito en el cielo y habrían dirigido al detenido todo tipo de improperios. Si fuese Berlusconi, su caricatura protagonizaría todos los programas de humor de la televisión. En el caso de Strauss Kahn, sólo se ha pronunciado la Ministra Elena Salgado para decir que el dirigente francés "tiene un carácter fuerte". Sencillamente indignante. ¿Es que la violencia machista no puede ser cometida por socialistas?
Termino recordando las declaraciones de Strauss Kahn el pasado mes de abril al diario francés Liberation: "Sólo el dinero, las mujeres y ser judío podrían apartarme de la política". De la política ya está apartado. Ahora lo que necesita es un buen Abogado.