Resumen
“Continúan los ataques a supermercados amparados en el camino abierto por el SAT (sindicato andaluz de trabajadores) con el alcalde de Marinaleda y diputado andaluz por IU, Sánchez Gordillo)” “Ya se ha producido los primeros efectos de su desafío a la justicia: al asalto a un supermercado Coviran, la pasada semana, se suman ataques-pintadas a dos centros de mercadona y a una furgoneta de reparto de Valencia”. “Las patronales del sector consideran que promover estas actuaciones rompen con los principios más elementales de la convivencia en un país democrático”
Podríamos pensar de una forma romántica en Robin Hood, incluso me viene a la mente Errol Flyn, con sus mallas verdes, robando a los ricos para dárselo a los pobres, pero claro esto no es una película, ni estamos en épocas pasadas de represión de un señor feudal, estamos en un país democrático.
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Por eso cobra más importancia que nunca una pregunta: ¿el fin justifica los medios?
En mi opinión bajo ningún concepto, y mucho menos en este caso, que el fin no es claro ¿estos señores buscan lo que dicen? No lo creo, lo que es seguro es que buscan protagonismo y publicidad y hasta si me apuran votos…el objetivo que dicen buscar, queda en un segundo plano y al final “flaco” favor van a hacer…porque ¿alguien va a aceptar alimentos robados, cuando hay ongs, asociaciones e incluso la Iglesia que realizan esta labor, de dar comida a los necesitados pero sin cometer delitos, sin dañar a otras personas y por supuesto sin darse estos “baños de publicidad”?
Muchos podrían defender estas acciones pensando en el hurto famélico o por necesidad, que esta recogido por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, en sentencias como la del 9 de diciembre de 1985. Bien, estas sentencias establecen los requisitos de este hurto y son:
- Realidad, gravedad o inminencia del mal que se trata de evitar
- Que se actúe a instancias o impulsos del estado de precariedad, penuria o indigencia en que se halle el sujeto activo o su familia
- Que no se trate de una mera estrechez económica, más o menos agobiante
- Que se pruebe que se han utilizado todos los recursos que en la esfera personal, profesional y familiar podían utilizar antes de hurtar
- Que haya otra solución que la de proceder de modo antijurídico
- Que las cosas o bienes se dediquen a las necesidades primarias del sujeto y su familia
Estos señores no cumplen estos requisitos bajo ningún concepto, porque además hurtan supuestamente para terceros. Sin embargo, se quejan de políticos y gobernantes y su “cabecilla” es diputado, ¿entonces este señor no podría utilizar su cargo para conseguir convenios y acuerdos con centros comerciales y supermercados y así ceder los productos que ya no vendan, por ejemplo? Esto sería lo lógico y lo normal, pero por eso mismo solo estaría cumpliendo con su trabajo y su deber, por ser un cargo publico, y esto no “vende”, no hubiera salido en prensa, ni ahora mismo estaríamos hablando de él.
Como ciudadana, me siento indignada y una victima utilizada por estos señores ¿Por qué? Nos están utilizando, si, una vez más se valen de nosotros, están haciendo uso de las penurias, la mala situación económica de muchas personas (victimas de la crisis y de las injusticias de la sociedad actual) para justificar sus “acciones propagandísticas” y para hacerse los “héroes”. Pero aún así, nos están causando un daño moral y generando en nosotros más inseguridad.
¿Qué pasa con el efecto llamada? ¿Y si algunos amparados en esto, les da por cometer actos más violentos? Esto ya ha pasado como lo reflejan las noticias y además esto se puede agravar. ¿Qué pasa con los trabajadores de los supermercados, personas normales que solo van a su puesto de trabajo para ganarse un sueldo? ¿Estas acciones que acaban resultando violentas e incluso dañando a alguno de ellos, no es un perjuicio colateral inaceptable? Lógicamente si pensamos en un supermercado (no vemos una víctima porque no personificamos) pero si vemos un trabajador ¿acaso no son victimas? Por supuesto que lo son, y por partida doble: porque por hacer su trabajo son agredidos verbalmente e incluso físicamente y porque psicológicamente parecen reprocharlos su actitud de hacer su trabajo e intentar evitar lo saqueos.
¿Qué pensarían estos señores si les estuvieran robando, y la policía no intentara evitarlo, mirando “para otro lado”? También podría decir la policía, ¡no! no haremos nada, porque pobrecito el que os roba es porque lo necesita.
¿Qué seria de la sociedad? ¿Qué pasaría con un país? Mal podríamos convivir, si cada uno amparado por un “supuesto fin bueno”, incumpliera la ley a su antojo.
Todos debemos cumplir las normas para poder vivir en paz y armonía. Al fin y al cabo, es lo que estamos tratando de promocionar con la Justicia Restaurativa, que la gente dialogue, aprenda a convivir pacíficamente, a comunicarse de forma no violenta, y a tener empatía ¿se han puesto estos señores en los “zapatos” de los trabajadores de los supermercados? ¿Se han metido en la “piel” de los que necesitan realmente alimentos para subsistir pero no polémica y propaganda barata?
Por supuesto que no, y lo que es más triste es que estas personas por sus cargos deberían dar ejemplo de convivencia, esto nos frustra a todos los que estamos intentando transmitir a los ciudadanos, a los jóvenes unos valores restaurativos, que nos permitan lograr una sociedad más segura, responsable y madura.
Estas actitudes inmaduras claramente no ayudan y como dice el Tribunal Supremo sería el ultimo recurso al que recurrir, y mira que el señor este lo tiene fácil, goza de un cargo público y de ciertos recursos que los ciudadanos de a pie, no tenemos, y sin embargo, ha optado por acudir a lo que genera a la larga, violencia y polémica, han optando por cometer un delito, por lo que al final, no van a ayudar a nadie ya que no habrá ni una entidad de ayuda a los necesitados, que acepten cosas robadas, así su teórica ayuda se quedará en eso: teórica.
Lo peor es que se podrían haber arrepentido, decir que lo que hicieron no estuvo bien pero que actuaron como acto de llamada de atención, pero al contrario se justifican y llaman al que todo el que lo necesite, lo haga. Esto no es una forma de solucionar un problema, sino es como “matar moscas a cañonazos” y así están haciendo que un problema preocupante, escale hasta limites insospechados sino se pone freno.
Luego dirán que están preocupados por la violencia de los jóvenes, el aumento de la delincuencia y la inseguridad de la sociedad, con estos antecedentes muchos se van a amparar en ellos para delinquir y para otros, lo que están transmitiendo es “que todo vale”. Es muy difícil con personas así promocionar los valores de la Justicia Restaurativa y a pesar de que la idea romántica de robar a los ricos para dárselo a los pobres, nos pueda resultar atractiva, hay daños colaterales : las victimas directas de estos hurtos, los que hurtan guiados por el entusiasmo, “mal entendido”, muchos de los cuales estoy segura que no han sopesado ni valorado que su conducta va a tener castigo penal, y toda la sociedad está en peligro porque lo que se extrae de estas conductas es una promoción de la delincuencia . Si queremos una comunidad más pacífica, no se pueden permitir conductas como estas y mucho menos cuando esconden debajo de sus supuestos objetivos buenos, otros no lo tanto: que hablen de ellos.
Bibliografía
Follow @VirginiaDomingo (Burgos, 17 de mayo 1975)
Soy periodista frustrada, estudié derecho, por defecto y a pesar de todo, me gustó. Fui durante más de ocho años Juez Sustituta, lo que me hizo ver la realidad de la justicia y su falta de humanidad, así llegué en el 2004 a la Justicia Restaurativa. Actualmente soy la coordinadora del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León (Burgos) y presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-Amepax ( la entidad que proporciona este servicio). Soy experta y consultora internacional en Justicia Restaurativa. Mediadora Penal y Presidenta de la Sociedad Cientifica de Justicia Restaurativa. Miembro del Comité de investigación del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, participo regularmente en las reuniones de este Foro y he ofrecido varias charlas a nivel internacional, asimismo he realizado diversos trabajos de investigación sobre Justicia Restaurativa y mediación en materia penal. Y sigo luchando porque se regule la Justicia Restaurativa como un derecho más para las victimas de cualquier delito con independencia del lugar donde lo sufran.