Resumen
El comportamiento ha sido, desde siempre, motivo de estudio para el propio ser humano. La aceptación social de un comportamiento determinado es evaluada por las normas sociales, que nosotros mismos marcamos y regulada por varios medios de control personal, medioambiental y, en definitiva, social. Elcomportamiento humano es analizado por varias disciplinas, incluyendo la psicología, la sociología y la antropología.
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Cuando en la conducta -es decir, en el conjunto de comportamientos de una o más personas- encontramos pautas que no están dentro de los parámetros establecidos en estas normas sociales y que infringen la ética y sobre todo la ley, nos podemos encontrar de cara con la muerte.
A principios del 1800, Eugène-François Vidocq empezó a utilizar sus dotes como criminal para trabajar para la policía francesa; y así, pensando como un criminal, atrapar criminales. Junto con otros exconvictos y apoyado por el comisario Henry, fundo una Brigada Policial y que hoy en día tras muchos cambios se conoce como la Sûreté Nationale (o Seguridad Nacional) de Francia. Los partidarios o seguidores de Vidocq afirman que fue uno de los padres de la criminología pero, sin duda, lo que sí fue, es uno de los primeros analistas de conducta criminal de la historia.
Gracias -o no- a series televisivas (Mentes Criminales) y a películas en la gran pantalla (El Silencio de los Corderos, El Coleccionista de Amantes, etc.) conocemos el trabajo de algunos miembros de cuerpos policiales que estudian el comportamiento de los criminales.
Uno de los cuerpos policiales más mediáticos en la pequeña y gran pantalla, así como el las líneas de infinidad de libros y enlaces en la red, es el FBI de Estados Unidos de América.
En muchas de sus oficinas estatales, pero principalmente en la Oficina de Quántico (Virginia), se encuentra la BAU (Behavorial Analisys Unit) o Unidad de Análisis de la Conducta, aunque antes se denominaba Unidad de Ciencias del Comportamiento.
Esta unidad especializada está encuadrada en el National Center for the Analysis of Violent Crime (NCAVC) o Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos. Desde hace años, la BAU tiene como misión proporcionar apoyo a los cuerpos operativos mediante la experiencia en la investigación y los conocimientos de sus miembros en conducta social, antropológica y psicológica. El trabajo de la BAU se ha visto premiado con el reconocimiento internacional por haber servido en la detención de varios asesinos en serie. De este modo, el FBI se ha convertido en un referente a la hora de utilizar diversas ciencias conductuales para elaborar los criminal profiling o, como los llamamos nosotros, perfiles criminológicos.
En Europa, cuerpos como el de Scotland Yard, en Inglaterra; los Carabinieri, en Italia; o la Sûreté, en Francia, cuentan también con unidades de análisis de la conducta criminal.
Por lo que se refiere a España, desde julio del pasado año 2010, el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con la Sección de Análisis de Conducta; la SAC está encuadrada en la UCIC (Unidad Central de Inteligencia Criminal) incardinada dentro de la Comisaría General de Policía Judicial y cuyas funciones vienen definidas por la Orden Ministerial 2103/2005, de 1 de julio, que atribuye a la UCIC la captación, recepción, análisis, tratamiento y desarrollo de las informaciones relativas a la criminalidad, así como de las actividades de prospectiva y estrategia, asumiendo igualmente la función de coordinación de la información de interés policial. En definitiva, se encarga de asistir al resto de unidades policiales analizando cuanta información policial generan las investigaciones, proporcionándoles hipótesis de trabajo y sugerencias de tipo operativo encaminadas a un diseño eficiente de los servicios policiales y al esclarecimiento de los delitos.
Concretamente, la SAC se encarga de realizar análisis de conducta criminal aplicando los conocimientos propios de la psicología. Su principal objetivo es asistir a las unidades especializadas en la investigación de delitos, fundamentalmente violentos (asesinatos, violaciones y otros delitos seriales o no). Hoy en día, está compuesta por dos especialistas: un inspector jefe y un oficial de policía, ambos psicólogos y con experiencia en la investigación de delitos violentos y en el análisis de la información criminal. Tal y como nos cuenta su Inspector Jefe, el trabajo es conjunto, en equipo. En cualquier caso, si en vez de dos fuesen cuatro sus miembros -por poner un ejemplo- el trabajo sería igualmente realizado en equipo pues consideran que éste método de trabajo es mucho más eficaz a la hora de elaborar un perfil.
Pero, ¿cómo llega un caso hasta la mesa de la SAC? Pues la respuesta es sencilla aparentemente, pero lo cierto es que un equipo de profesionales policiales y con un exhaustivo trabajo determinan si el caso muestra características específicas que encajen en el trabajo de la SAC y, si es así, le es entregado directamente, aunque lo habitual es que un mismo caso tenga ramificaciones de investigación cuyo análisis corresponda a otros analistas de la UCIC, como determinados aspectos técnicos o tecnológicos. La SAC analiza los aspectos psicológicos, únicamente.
El modo esencial de trabajo no sólo de la SAC sino de toda la UCIC, es trabajar a requerimiento de las unidades policiales, pero en ocasiones, los analistas detectan variables o casos que los policías operativos no han considerado, en cuyo caso el trabajo es a iniciativa de la SAC. Quizás esto último sea lo más arduo en el trabajo de los hombres de la sección: la detección de variables que determinen si existe vinculación entre casos o la posibilidad de la elaboración de un perfil que conduzca hasta la detención de un delincuente desconocido.
De momento, la colaboración con las instancias judiciales ha sido muy positiva. Sea cual sea el estamento afectado, todos acogen muy bien la posibilidad de emplear nuevas técnicas que sumen, que aporten al objetivo final, que no es otro que el que se cumpla la ley.
El Inspector Jefe de la SAC afirma que no se puede negar que el análisis de conducta es un área aún “contaminada” por lo cinematográfico, pero en cuanto los compañeros conocen cómo se trabaja en la SAC, se dan cuenta de que eres un analista que emplea otros métodos o técnicas, nada más.
Todos nos imaginamos el tipo de crímenes que puede investigar la SAC. Los dos primeros tipos de criminal que nos vienen a la cabeza son los asesinos y los violadores, aunque al igual que en otras unidades europeas, se estudian otro tipo de delincuencias (incendios provocados, robos con violencia o fraude fiscal, etc.) ya que, donde hay regularidades o patrones, hay tipologías. Una de ellas es el tipo de delito que se comete, valga la redundancia. La SAC trabaja estas tipologías del mismo modo, teniendo en cuenta la especialidad delictiva.
El Cuerpo Nacional de Policía cuenta hoy en día con expertos de primer nivel en todas las especialidades implicadas en la investigación de delitos, con lo que -salvo casos muy concretos- no se recurre a otras instituciones o personas para realizar colaboraciones extrapoliciales en la investigación.
El ámbito de actuación de la SAC es nacional a pesar de que la sede de la UCIC se encuentre en Madrid. De hecho, ya se han realizado análisis en diversas provincias de España. La distancia no es un impedimento para los hombres de la SAC, que aunque no cuenten con un jet privado para sus desplazamientos, llegan a cualquier punto del país siempre que se necesite realizar un análisis de la conducta.