Resumen
El personaje más buscado durante diez años por los servicios de inteligencia ha muerto en una intervención conjunta de la marina de los Estados Unidos y el ejército paquistaní.
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Osama Bin Laden nació en 1957 en Riad, Arabia Saudí. Miembro de una familia adinerada creció con una buena educación que le permitió hacer negocios con diversos países entre ellos EEUU. Comenzó su implicación terrorista colaborando con los servicios de inteligencia saudíes para luchar contra la expansión soviética en oriente medio. Su radicalismo fue en aumento y centró su blanco en el terrorismo contra occidente haciéndose el líder y fundador de Al Qaeda. Sus primeros ataques se dirigieron contra embajadas estadounidenses por todo el mundo. Sin embargo, el 11 de septiembre de 2001 se haría poseedor del trágico mérito de ser el autor del mayor atentado terrorista contra un país occidental, el de las torres gemelas.
En estos diez años se ha ofrecido 50 millones de dólares por su entrega vivo o muerto. Mientras los servicios de inteligencia de varios países, especialmente Estados Unidos, han seguido su pista sin éxito, llegándose a asegurar por muchos que el líder talibán ya estaba muerto.
A las 11 de la noche del 1 de mayo hora de Washington, el presidente Barack Obama anuncia su muerte en una intervención de la marina estadounidense. Un par de horas antes ya se divulgaba la noticia por la red, por lo que el país no tardó en echarse a la calle a celebrarlo.
El presidente Obama asegura que en agosto de 2010 recibió informaciones sobre su posible ubicación en una ciudad cercana a Islamabad, en Pakistán. Hasta entonces se creía que se escondía en la montañosa frontera entre Pakistán y Afganistán. Desde agosto la CIA y los servicios de inteligencia del ejército siguieron el hilo de la información para confirmar la noticia. En este tiempo un hecho llama la atención, Estados Unidos incrementa el uso de drones (aviones no tripulados) en Pakistán, lo que provoca la petición del gobierno pakistaní de sobrevolar la zona o reducir drásticamente el número de vuelos. Hace una semana se confirmó la noticia.
En la madrugada del domingo 1 de mayo, dos helicópteros y 20 soldados del grupo especializado de la marina “SEAL” iniciaron la operación. Se abrieron camino a base de explosivos de mano, guiados por visores de visión nocturna y protegidos con sofisticados rifles de asalto. La operación duró 40 minutos. Las fuentes más cercanas han relatado que la intervención sorprendió a la seguridad de Bin Laden que poco pudo hacer: 2 hombres, una mujer usada como escudo humano, Bin Laden y su hijo fueron abatidos a tiros. El líder de Al Qaeda recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto. Bin Laden vivía en la mansión de la imagen inferior, rodeada de muros de hasta 3 metros de altura, contados puntos de acceso y ventanas altas.
El chivatazo recibido en agosto decía que Bin Laden había abandonado las montañas para acomodarse en la mansión. La falta de teléfono y televisión, unido a la quema diaria de la basura hizo confirmar las sospechas.
La mayor controversia se cierne en torno al cadáver. Diversas fuentes confirman que ha sido sepultado en el mar según la tradición musulmana. Obama tan solo ha afirmado que tiene pruebas del cadáver y que “será tratado según la tradición islámica”. Los talibanes pakistaníes afirman que Bin Laden está aun vivo, sin embargo la propia televisión pakistaní confirma la muerte y la ayuda de su ejército. La propia televisión pakistaní divulgó una supuesta fotografía del cadáver, que a las 8 de la mañana hora peninsular, se ha confirmado ser un montaje con photoshop.
Otras fuentes han señalado que puede permanecer en Afganistán, haber sido trasladado a un hospital militar en Alemania o incluso en los Estados Unidos. Obama no pretende enterrarlo en oriente medio y crear un lugar de culto para fundamentalistas, pero tampoco ocultar el desenlace y crear un mito como sucediera con el Che Guevara. Por tanto se baraja la posibilidad de convocar periodistas de distinta procedencia que atestigüen su muerte.
La muerte de Osama Bin Laden supone un triunfo de la lucha antiterrorista, pero hay que tener cautela, ahora el máximo responsable es el egipcio Ayman al-Zawahri, que es considerado por la CIA como “mucho mas radical y extremista”. Muchos consideran que el egipcio ya lleva años al frente de la organización. Al margen de la sucesión, hay que tener claro dos hechos: A partir de ahora, Al Qaeda tratará la imagen de Bin Laden como la de un mártir de guerra y continuará su rentable lucha terrorista contra occidente, probablemente exacerbada en los próximos meses como síntoma de represalia. De este modo lo han considerado diversos analistas de inteligencia y los propios gobiernos de Francia, Reino Unido o los propios Estados Unidos, que ha emitido un comunicado a los gobiernos occidentales y a la población general pidiendo la máxima precaución ante el peligro de ataque contra edificios e intereses occidentales y estadounidenses.