Resumen
Existe en el Derecho penal moderno un principio básico oído por la inmensa mayoría: “in dubio, pro reo” es decir, en caso de duda a favor del reo. Esto significa simplemente que si en un juicio hay falta de pruebas se favorecerá al acusado. Este es un principio básico dentro del Derecho penal moderno por el cual el fiscal o su equivalente debe demostrar si una persona es culpable y no el acusado el que tenga que probar su inocencia. Pero…¿se aplica en todos los casos?Artículo completo
Troy Davis se despidió de sus familiares pidiéndoles que “siguieran indagando, buscando pruebas” que le hicieran justicia. El Tribunal Supremo de EEUU no prorrogó la ejecución, a pesar de que siete testigos se retractaran de la acusación que hiceron en un primer momento. Davis se despidió con las mismas palabras en los labios que le han acompañado en estos 20 años de condena, “soy inocente”.
De nada sirvió el pedido de clemencia del Papa Benedicto XVI, ni la mediación del ex presidente Jimy Carter, ni el millón de firmas recogidas para la conmutación de la pena máxima. La ley fue implacable.
Este afroamericano de 42 años, fue acusado en el año 89 de asesinar a un policía mediante varios disparos. Los informes de balística indicaban que las balas encontradas en la escena del asesinato tenían similitudes entre unos casquillos encontrados en otro tiroteo ocurrido más temprano. Fue suficiente para asociar los dos delitos, sin embargo, nunca se encontró el arma del crimen. El juez dictó sentencia por las afirmaciones de varios testigos, testigos que se han ido retractando uno por uno.
Foto: Troy Davis el día de su graduación
La aplicación de la pena de muerte en EEUU, según Amnistía Internacional, no deja de ser preocupante. Si una pena de este tipo ya resulta polémica en sí (por no utilizar otros apelativos), y además se le añade que recae, en la mayoría de los casos, en gente sin recursos, de bajo estrato social, minorías étnicas, etc, y se aplica en juicios injustos, llenos de irregularidades y lagunas, lo preocupante alcanza cuotas demasiado elevadas.
Para muchos defensores de Davis, su condena ha sido la típica condena discriminatoria que se aplica en casos donde hombre blanco muere a manos (supuestamente) de hombre de color, reabriendo antiguas heridas que recuerdan a otros tiempos.
Pero, desgraciadamente, no es la primera vez que vemos un caso de este tipo. A lo largo de los años de historia de la pena capital, son muchas las ocasiones donde se ha asesinado a personas sin haber probado claramente su culpabilidad. Y el racismo se encuentra entre una de las causas principales de esta injusticia.
Racismo y Pena de Muerte
Son un gran número las voces que se alzan denunciando a gritos este problema. Y es que muchos estudios avalan estas críticas. El racismo en la aplicación de la pena de muerte en EEUU no es algo que haya disminuido con el tiempo, ni se limita a una única región. Una de las principales causas de estos estudios advierte: quienes están tomando las decisiones fundamentales sobre la pena de muerte son casi exclusivamente blancos.
Dos investigadores sobre raza negra y pena capital en EEUU, el profesor de Derecho David Baldus y el estadístico George Woodworth, han llevado a cabo un análisis sobre estos dos ítems en Filadelfia. Este exhaustivo estudio (donde se comprendieron una gran cantidad de variables) revela que las probabilidades de recibir una sentencia de muerte aumenta 4 veces si el acusado es negro. Los datos se obtuvieron después de analizar las características de los casos, como la gravedad del delito y los antecedentes del acusado. Los resultados eran claros: los negros fueron condenados a muerte muy por encima de otros acusados por delitos similares.
Un segundo estudio, realizado por el profesor Jeffrey Pokorak y otros investigadores de la Universidad de Texas desvela un dato sorprendente: la raza es más probable que afecte a la sentencia de muerte que el tabaquismo a la probabilidad de morir de una afección cardíaca. Este estudio además encontró que los que toman las decisiones clave en los casos de muerte en todo el país son mayoritariamente blancos. En los condados donde existe la pena de muerte, el 98% de los fiscales jefe son blancos y solo un 1% son afroamericanos.
A pesar de la evidencia, los tribunales siguen mirando hacia otro lado, y siguen sin estimar las alegaciones sobre discriminación racial que se producen en muchos casos, como en el de Troy Davis. La única excepción la encontramos en Kentucky que aprobó una versión sobre la Ley de Justicia Racial. ¿Qué es lo que temen las autoridades? ¿Por qué no se aprueban nuevas leyes que impidan la discriminación en las sentencias a muerte? Está claro: por el temor a detener por completo la pena capital.
La pena de muerte en Estados Unidos se ha convertido en un instrumento para hacer campaña política. Si un político se pronuncia en su contra, es tachado por su adversario de “blando con la delincuencia”. Los que están a su favor compiten entre sí para ver quien la aplicará con más dureza. De hecho, en 1994 el candidato a fiscal del distrito de Oklahoma dirigió su campaña de reelección basándose en el récord de haber enviado a más asesinos al corredor de la muerte.
Palabras usadas con frecuencia
El racismo en los juicios es tan descarado que en diferentes casos se han podido escuchar palabras como estas:
- “Uno de los dos va a pagar por esto. Como tú eres el negro, tú eres el elegido”. Estas palabras fueron pronunciadas por un oficial de policía de Texas. Se dirigía a Clarence Brandley, que fue acusado por el asesinato de una adolescente blanca. Fue exonerado después de 10 años en el corredor de la muerte.
- Un fiscal en Alabama dio como razón para rechazar varios jurados potenciales el estar afiliados a la Universidad Estatal de Alabama (una institución donde predominan las personas de raza negra). Este pretexto fue considerado neutral por el tribunal de apelación.
- Durante la campaña electoral del 97 para Fiscal del Distrito de Filadelfia, un auxiliar se encargó de la producción de un vídeo para instruir a los nuevos fiscales. En este se señalaba a quién excluir en la elección de jurado, señalando que “las mujeres jóvenes y negras son muy malas” y que “los negros de bajos ingresos tienen menos probabilidades de condenar”.
- En Missouri el juez Earl Blackwell, en un comunicado de prensa anunciando su afiliación al Partido Republicano, escribió, a colación de un caso que había presidido que “El Partido Demócrata insiste demasiado en la representación de las minorías, gente que no quieren trabajar y gente con una piel que es de cualquier color excepto blanco” (sic). El acusado, Brian Kinder, afroamericano desempleado, fue declarado culpable y condenado a muerte.
Estos son solo algunos ejemplos que muestran el descaro de las autoridades judiciales a la hora de hacer patente su racismo y su poca sensibilidad ante las personas que se enfrentan a una ejecución.
La raza de la víctima
Pero no solo importa la raza del acusado, también es importante a la hora de aplicar una sentencia la raza de la víctima. El estudio sobre la aplicación de la pena de muerte en Filadelfia sacó unos datos claros sobre este aspecto. La combinación racial más probable de derivar en pena de muerte, independientemente de la gravedad del crimen cometido (siempre considerando unos mínimos) era la de un acusado negro con una víctima que no sea negra. Los delitos de negros sobre negros tenían menos probabilidad de recibir una sentencia de muerte. En 1996 mirando la composición del corredor de la muerte de Kentucky, el 100% de los reclusos estaba allí porque había matado a una persona blanca. ¿Es que la vida de una persona blanca vale más que la de una persona negra? A excepción de casos extremos, como cuando muere un policía negro, el asesinato de gente de color no se trata tan en serio como el asesinato de los blancos.
Que los tribunales tengan en cuenta las reclamaciones sobre los prejuicios raciales en estos casos es hoy prácticamente imposible, a pesar de que todos los estudios presentados demuestran claramente que el racismo existe a la hora de aplicar la pena de muerte. Si en otros campos del derecho civil se ha evolucionado para evitar las injusticias y el racismo en torno a esta cuestión, se han cerrado completamente.
Hay delitos que son crueles y violentos, que pueden llevar a un asesino al corredor de la muerte, pero ¿por qué ante el mismo delito una persona negra tiene que tener más posibilidades?
Si encima la cuestión sobre la culpabilidad no está decidida, EEUU y sus tribunales seguirán alimentando un sistema antinatural, inhumano y despreciable, que se jacta de estar por encima de Dios, despojando de la vida a personas inocentes. Tray Davis fue un valiente, un luchador, un héroe. La cabeza de turco de la vileza más grande a la que pueden llegar algunos seres humanos.
Foto: Fuente Efe
Bibliografía
Periodista en ciernes, amante de la Justicia y en constante búsqueda por descubrir la naturaleza del ser humano delictivo. Porque la información de sucesos hoy día ocupa un importante lugar en la primera plana de medios escritos y audiovisuales, se hace necesaria una radiografía detallada desde diversos ámbitos que nos ayude a entender mejor nuestra sociedad y nuestro sistema jurídico, para que de este modo se consiga una adecuada formación de la opinión pública, necesaria en el buen funcionamiento de toda democracia.